Hosein Amir Abdolahian ha dicho este lunes que declarar el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán como “organización terrorista” estaba en la mira del bloque europeo desde que comenzaron los disturbios, apoyados desde el exterior, en Irán a finales de septiembre tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini.
Sin embargo, el máximo diplomático iraní ha detallado que Teherán ha lanzado una rotunda advertencia al jefe de política exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, y a otras autoridades europeas de que la respuesta de Irán a cualquier acción contra su fuerza oficial será “dura y efectiva”.
“Irán urge a Europa a evitar cualquier comportamiento emocional y lejos de racionalidad”, ha subrayado Amir Abdolahian, diciendo que la República Islámica, aunque “aboga por la negociación y la interacción” para rebajar la tensión, dará “una respuesta decisiva” a cualquier otra decisión de Europa.
Irán está listo para firmar un acuerdo, pero también tiene un Plan B
En cuanto a las negociaciones destinadas a resucitar el acuerdo nuclear de 2015, el jefe de la Diplomacia iraní dice que para la República Islámica “un acuerdo está al alcance de la mano si la parte estadounidense tiene la voluntad” de alcanzarlo.
“Lejos de cualquier controversia, estamos presentes en todas las mesas de negociación y esperamos llegar a un acuerdo en forma de conversaciones multilaterales, pero un Plan B está en la agenda de Irán”, ha dicho como un signo de advertencia.
Amir Abdolahian ha instado a los socios occidentales en las negociaciones nucleares a reanudar las pláticas en base al respeto mutuo, al tiempo que ha avisado que “la República Islámica de Irán tiene vastas capacidades que ignorarlas por parte de cualquier potencia puede aumentar el costo de intromisión en los asuntos regionales”.
Tras unos 20 meses del inicio de las conversaciones destinadas a resucitar el Plan Integral de Acción Conjunta, PIAC, y eliminar las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán, el acuerdo vive un futuro incierto debido al rechazo de Washington de brindar garantías de que no volverá a abandonarlo una vez firmado.
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