En una entrevista exclusiva con el programa Spotlight de la cadena iraní de habla inglesa PressTV, el miembro de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior de la Asamblea Consultiva islámica de Irán (Mayles), Abolfazl Amui explicó el tipo de garantías que el equipo negociador iraní exige a la parte occidental durante las negociaciones en Viena.
Irán “tuvo una muy mala experiencia en el pasado. Estados Unidos se retiró ilegalmente del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— y trató de hacer todo lo posible para destruirlo”, precisó el parlamentario persa el domingo.
A su juicio, si se supone que EE.UU. vuelve a ser miembro del JCPOA no hay garantías de que no vuelva a salir de pacto. Por ello, enfatizó en la necesidad de obtener garantías suficientes de que el país norteamericano no se retiraría de nuevo del acuerdo ni podría utilizar el mecanismo de reversión.
A su vez, Mohamad Marandi, asesor del equipo negociador iraní, quien también participó en el programa afirmó igualmente que los negociadores iraníes intentan asegurarse de que “la historia no se repita”.
Los parlamentarios iraníes instan al Gobierno a que no retroceda en líneas rojas en los diálogos de Viena, sobre la revitalización del acuerdo nuclear.
“Desafortunadamente, en 2015, la parte iraní estuvo sujeta a un proceso de verificación que fue dirigido por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), pero la otra parte no tuvo ese tipo de proceso de verificación”, denunció.
Las negociaciones, añadió, son muy duras y, obviamente, los países occidentales son muy antagónicos, por lo que Irán está utilizando toda la influencia que tiene, y sus negociadores también están siendo muy serios y exigentes en la mesa de negociones.
Al ser cuestionado sobre el tipo de sanciones que la parte iraní está tratando de que se eliminen a través de los diálogos, Marandi dijo que los representantes iraníes estaban apuntando a todas las sanciones que se impusieron bajo la llamada campaña de “máxima presión” del expresidente estadounidense Donald Trump, incluidas las medidas económicas coercitivas que están vinculadas al programa nuclear de Irán, las alianzas regionales y las capacidades de defensa de misiles.
La misma jornada los parlamentarios iraníes instaron al Gobierno iraní a que no retroceda en líneas rojas en los diálogos de Viena, sobre la revitalización del acuerdo nuclear.
Unos 250 legisladores iraníes emitieron un comunicado exigiendo al Gobierno, presidido por Seyed Ebrahim Raisi, que no retroceda en las “líneas rojas” y los “intereses nacionales” ante las demandas ilegales de Estados Unidos y la troika europea (Alemania, el Reino Unido y Francia) durante las negociaciones de Viena, Austria.
Desde abril del año pasado, Irán, Francia, el Reino Unido, Alemania, China, Rusia, y Estados Unidos —este último participa en las pláticas de manera indirecta, porque desde su retirada unilateral del acuerdo en 2018 ya no es un miembro vigente del pacto— han celebrado ocho rondas de negociaciones en Viena destinadas a eliminar las sanciones antiraníes y reactivar del acuerdo nuclear suscrito en 2015.
En este contexto, Teherán rechaza cualquier concesión más allá del marco del pacto nuclear y enfatiza que, si EE.UU. levanta absolutamente todas las sanciones, volverá a cumplir sus obligaciones.
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