“Ciertamente, lo que Estados Unidos está haciendo es alterar la seguridad en la región, y una de las víctimas de esta alteración será Estados Unidos”, ha recalcado este lunes el portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, en una rueda de prensa semanal.
El alto funcionario iraní ha considerado como “errónea” la política que sigue aplicando EE.UU. en la región de Asia Occidental lamentando que la actual Administración estadounidense de Joe Biden “está siguiendo el fallido enfoque de la administración anterior (de Donald Trump)”.
En este sentido, ha recomendado al Gobierno de Biden evitar “crear la crisis y la tensión” en la región y permitir que la gente de la zona determine su propio destino y decida su futuro sin la intervención de EE.UU.
La madrugada de este lunes, los cazas estadounidenses han atacado dos lugares cerca de la ciudad de Al-Bukamal en Deir Ezzor (este de Siria), fronteriza con Irak, dejando un niño muerto y tres civiles heridos. Además, lanzaron otros ataques contra las posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en la región de Al-Qaim, en el oeste de Irak, cerca de la frontera con Siria, en los que cuatro miembros de esta movilización iraquí cayeron mártires.
Poco después, el Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono) ha emitido un comunicado en el que alega que el bombardeo a las posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak en la franja fronteriza iraquí-siria se realizó por orden expresa de Biden y fue en respuesta a los ataques de militantes populares contra las bases y tropas estadounidenses en suelo iraquí, donde el pueblo, harto de esa presencia ilegal, exige la retirada de las fuerzas foráneas.
Esta agresión aérea marca el segundo ataque de este tipo contra instalaciones similares en Siria y sus alrededores bajo la administración de Biden. El 25 de febrero, el Ejército estadounidense realizó los ataques aéreos contra objetivos de los grupos populares iraquíes en el este de Siria bajo el mismo pretexto.
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