“Espero que su Gobierno, con sus medidas y acciones en el ámbito nacional e internacional bajo el liderazgo del ayatolá [Seyed Ali] Jemenei, el Líder de la Revolución Islámica, dignifique a la República Islámica de Irán”, se lee en un mensaje emitido este sábado por Abdolnaser Hemati, expresidente del Banco Central y aspirante a la Presidencia de Irán.
Ya, en declaraciones formuladas el viernes tras ejercer su derecho a voto en Teherán (capital iraní), el candidato reformista había dicho que no abandonaría sus consignas electorales si no sale elegido como el próximo presidente del país.
Por su parte, Mohsen Rezai, secretario del Consejo de Discernimiento del Sistema, ha felicitado a Raisi, deseándole “éxitos continuos en esta seria responsabilidad”.
Aludiendo a la participación masiva de los iraníes en las elecciones, Rezai ha destacado que los comicios del 18 de junio, realizados ante los ojos de los analistas y observadores internacionales, “demostraron una vez más que el pueblo digno de Irán no escatimará esfuerzos para proteger el sistema islámico y fortalecer su poder y seguridad”.
Hamati y Rezai emitieron esos mensajes, mientras la Junta Electoral de la República Islámica aún no había anunciado las estadísticas oficiales y el número de votos de cada candidato.
Sin embargo, poco más tarde, en el primer anuncio hecho por la Junta Electoral del Ministerio del Interior de la República Islámica, el jefe del ente, Yamal Orf, ha dado a conocer, en una conferencia de prensa en Teherán (capital), que el presidente del Poder Judicial, Seyed Ebrahim Raisi, lidera el escrutinio, contando con 17 800 000 de votos.
De acuerdo con los datos facilitados por Orf, Mohsen Rezai, secretario del Consejo de Discernimiento del Sistema, ha obtenido 3 300 000 de votos, mientras el expresidente del Banco Central, Abdolnaser Hemati y el diputado Amir Hosein Qazizade Hashemi, cuentan con 2 400 000 y 1 millón de los votos, respectivamente.
El pueblo iraní hizo una presencia apasionada en las elecciones, renovando su lealtad con la Revolución Islámica y los principios de la República Islámica, lo que frustró una campaña lanzada por figuras contrarrevolucionarias, llamando a no votar.
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