“El informe del Departamento de Estado de EE.UU. sobre los derechos humanos es parcial, politizado e inaceptable”, ha denunciado este sábado el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Bahram Qasemi.
El documento estadounidense, por ejemplo, acusa a las autoridades iraníes de “reprimir las protestas que comenzaron el 28 de diciembre” de 2017 contra el alza de los precios y el desempleo, señalando que su actuación supuso una “grave restricción a los derechos de asamblea y asociación”.
El portavoz de la Diplomacia persa, a su vez, ha señalado que el informe “es imparcial y politizado y muestra una imagen distorsionada e irreal de la situación vigente en Irán”.
Qasemi descalifica por “infundadas” las acusaciones planteadas por el Departamento de Estado estadounidense en el documento y acusa a Washington de ser “el mayor violador de los derechos humanos en el mundo”, tanto por infringir los derechos de su propia población, como por defender a los violadores de los derechos humanos en el Oriente Medio, por ejemplo, a “Israel y a los gobiernos reaccionarios” de la zona.
Sería mejor que EE.UU., en lugar de entrometerse en los asuntos internos de otros países y acusarlos de violar los derechos humanos, adoptara medidas para respetar los derechos humanos dentro de sus fronteras y reaccionar ante las flagrantes violaciones de estos por sus aliados extranjeros”,, ha subrayado el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Bahram Qasemi.
“Sería mejor que EE.UU., en lugar de entrometerse en los asuntos internos de otros países y acusarlos de violar los derechos humanos, adoptara medidas para respetar los derechos humanos dentro de sus fronteras y reaccionar ante las flagrantes violaciones de estos por sus aliados extranjeros”, insiste el diplomático persa.
Diferentes ciudades de Irán protagonizaron protestas pacíficas en diciembre y enero en demanda de medidas para frenar el desempleo y controlar la carestía de la vida. Pero los enemigos del país persa, encabezados por EE.UU. e Israel, aprovecharon la oportunidad, infiltrándose en las manifestaciones, y llevaron a cabo actos vandálicos y violentos: hubo incluso una veintena de víctimas mortales.
Los servicios de Inteligencia de Irán identificaron y procedieron al arresto de varias personas involucradas en los “actos violentos y en la incitación a los disturbios” durante las protestas.
EE.UU. apoyó abiertamente los actos violentos en Irán y aprobó duras sanciones contra algunas autoridades iraníes por calmar los disturbios.
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