“Irán considera los problemas y las tendencias a favor de la desintegración generados en el Golfo Pérsico como un perjuicio para la paz y la estabilidad en la región”, ha subrayado el presidente Hasan Rohani durante una conversación telefónica mantenida este jueves con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.
Asimismo, tras declarar que todavía no se ha establecido una seguridad total en Irak y Siria, ha subrayado que Irán y Turquía, como dos grandes potencias regionales, deben desempeñar un papel activo para contribuir al establecimiento de la paz y la seguridad en la región.
“La situación de la región requiere que ambos países cooperen ahora más que nunca para zanjar los problemas regionales”, ha sostenido Rohani.
Irán considera los problemas y las tendencias a favor de la desintegración generados en el Golfo Pérsico como un perjuicio para la paz y la estabilidad en la región”, ha subrayado el presidente de Irán, Hasan Rohani.
En otra parte de sus declaraciones, el mandatario persa ha insistido en la necesidad del fortalecimiento de lazos entre Teherán y Ankara en diferentes campos.
“El duodécimo Gobierno del país persa está decidido a ampliar relaciones cordiales y cercanas con Turquía como un país vecino y amigo de Irán”, ha aseverado el presidente iraní.
En este contexto, ha elogiado que los esfuerzos de las autoridades de ambos países y la formación del consejo de cooperaciones estratégicas Irán-Turquía han derivado en el refuerzo de los nexos entre Teherán y Ankara.
Por su parte, Erdogan ha asegurado que las relaciones entre Irán y Turquía serán fortalecidas en los ámbitos políticos y económicos en el nuevo Gobierno de Rohani.
Tras condenar la violencia contra la minoría musulmana Rohingya en Myanmar (Birmania), el mandatario turco ha calificado de muy importantes las colaboraciones entre Turquía e Irán para solucionar los problemas regionales.
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