“Tanto el Gobierno de EE.UU. como su secretario de Estado (John Kerry) se han comprometido para que las nuevas restricciones de visa para viajar a este país no saboteen los intereses económicos derivados por la implementación del acuerdo nuclear”, ha afirmado este domingo Seyed Abás Araqchi.
Tanto el Gobierno de EE.UU. como su secretario de Estado (John Kerry) se han comprometido para que las nuevas restricciones de visa para viajar a este país no saboteen los intereses económicos derivados por la implementación del acuerdo nuclear”, dice el vicecanciller de Irán para Asuntos Jurídicos e Internacionales, Seyed Abás Araqchi.
El diplomático persa, con estas palabras, de hecho, se ha referido a la aprobación por el Congreso estadounidense de una normativa que cambia el Programa de Exención de Visa (VWP, en inglés) y niega la entrada a suelo norteamericano sin visado a las personas que hayan viajado a Irán, Siria, Irak y Sudán desde el año 2011.
En este sentido, Araqchi ha explicado que la nueva iniciativa antiraní de Washington, —que se dio a la luz casi un mes antes de la entrada en vigor de la aplicación del acuerdo nuclear entre Teherán y las potencias mundiales— excluirá a los comerciantes que quieran viajar al país persa. “Como un segundo paso, EE.UU. ha asegurado que la legislación no se aplicará a otro cierto grupo de personas”, ha agregado.

El vicecanciller iraní, por otra parte, ha reiterado que todos los miembros del Grupo 5 +1 —formado por EE.UU., el Reino Unido, Rusia, Francia, China más Alemania —están obligados a cumplir con sus compromisos nucleares, sin embargo, ha recordado, el Comité supervisor iraní del acuerdo controla con minuciosidad la aplicación del pacto por la contraparte.
Araqchi en otro momento de sus declaraciones, ha aludido a su último viaje a Arabia Saudí para participar en una reunión extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) tras las críticas de Teherán contra la ejecución de un alto clérigo chií por Riad y el asalto a la legación saudí en Irán; incidentes que resultaron en la ruptura de las relaciones bilaterales.
“Los ataques y protestas realizados contra la embajada de Arabia Saudí fueron duramente condenados por Teherán, si bien, hay que tener en cuenta que dicha cuestión no es el asunto más serio y preocupante del mundo islámico”, ha indicado.
De igual manera, ha señalado que hace un largo tiempo que las autoridades palestinas han pedido la realización de una reunión extraordinaria del OCI sobre el ataque de los soldados israelíes a la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén). “No obstante, todavía no han recibido ninguna respuesta positiva”, ha agregado.
“La mayoría de los países que asistieron a la última reunión del OCI, también coincidieron en que esta organización islámica debe dar prioridad a los retos más importantes del mundo islámico, entre ellos el extremismo y sectarismo” promovidos por ciertos países de la región, ha concluido.
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