“Un reciente intento de la Corte Suprema de Estados Unidos para confiscar las propiedades de Irán es el último paso de un caso planteado desde el año 2007 contra Irán, lo cual contradice los principios básicos del derecho internacional y carece de toda credibilidad legal”, ha dicho este jueves el portavoz de la Cancillería de Irán, Husein Yaber Ansari.
Desde hace muchos años, el sistema judicial estadounidense, apoyado por el Gobierno y el Congreso de ese país y en clara transgresión de los principios básicos del derecho internacional, emite sentencias ilegales contra la República Islámica de Irán sobre la base de acusaciones falsas e infundadas”, ha sostenido el portavoz de la Cancillería de Irán, Husein Yaber Ansari.
Las declaraciones del diplomático persa se realizan después de que 226 legisladores del Congreso estadounidense aprobaran un proyecto de ley que busca presionar a la Corte Suprema para que emita una orden de confiscación de 1,75 mil millones de dólares de bienes del Banco Central iraní con los que indemnizar a los estadounidenses “víctimas del atentado con bomba de 1983 en Beirut” (capital libanesa) y “del atentado con bomba de 1996 contra las torres Jobar”, en Arabia Saudí. Washington acusa a Teherán de estar involucrado en estos incidentes.
“Desde hace muchos años, el sistema judicial estadounidense, apoyado por el Gobierno y el Congreso de ese país y en clara transgresión de los principios básicos del derecho internacional, emite sentencias ilegales contra la República Islámica de Irán sobre la base de acusaciones falsas e infundadas”, ha sostenido el diplomático persa.
Yaber Ansari ha criticado a ciertas cortes estadounidenses por “burlarse de la ley y la justicia” con los fallos que han emitido contra la República Islámica para exigir a Teherán que indemnice a las víctimas de los atentados terroristas, cuyos autores son ciudadanos de países aliados de Estados Unidos.
El portavoz ha reiterado además que “las sentencias de dichos tribunales carecen de credibilidad legal”, y ha advertido de que “el Gobierno estadounidense será responsable de resarcir a Irán” por cualquier intento de instituciones de EE.UU. de requisar fondos iraníes.
Para el diplomático persa, medidas de esta índole promovidas por el lobby israelí muestran la profunda hostilidad del Gobierno estadounidense hacia la nación y el Ejecutivo iraníes.
El Banco Central de Irán interpuso en octubre un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo de EE.UU. para impedir que el neoyorquino Citibank pague 1750 millones de dólares procedentes de fondos iraníes congelados a estadounidenses víctimas de ataques terroristas.

La petición del Banco Central de Irán se produjo después de que una corte de apelaciones de Nueva York (EE.UU.) ordenara el año pasado a Citibank liberar esa cantidad de una cuenta neoyorquina para familiares de 241 militares estadounidenses muertos en el mencionado atentado de Beirut.
Cabe destacar que Irán ha refutado, en reiteradas ocasiones, todo vínculo con el atentado de 1983, que tuvo por objetivo una base de las Fuerzas Navales de EE.UU. en El Líbano.
Las acusaciones sobre el supuesto papel de Irán en el atentado con bomba contra las torres de Jobar en Arabia Saudí contrastan con declaraciones de 2007 de William Perry, secretario de Defensa de EE.UU. durante el mandato del expresidente Bill Clinton (1993-2001), en las que aseguró no haber encontrado indicios que puedan relacionar al país persa con el atentado, y que los resultados de la investigación realizada apuntaban a la red terrorista Al-Qaeda.
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