Indignación ante la muerte de más de un centenar de gazatíes y la herida de otros 760 palestinos el jueves, durante el reparto de comida y ayuda humanitaria en el norte de Gaza. Testigos sobre el terreno afirman que soldados israelíes dispararon balas a la multitud mientras cogía harina y latas de conservas de los camiones.
Según un médico del hospital de Gaza, todas las lesiones fueron infligidas en la parte superior del cuerpo y estaban destinadas a causar la muerte.
La tragedia ha generado una gran preocupación y consternación tanto a nivel nacional como internacional. Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina denunció el uso, en la “atroz matanza”, de tanques y fuego de artillería por parte de las tropas de ocupación. El Ministerio palestino de Exteriores pidió sanciones al régimen de Tel Aviv.
El incidente también fue repudiado por gobiernos de distintas latitudes, desde los países musulmanes como Egipto, Catar e Irán, que lo tildaron de inhumano, hasta occidentales como Francia, que describió como un desastre sin precedentes la situación humanitaria de la población civil en Gaza. Por su parte, China condenó enérgicamente el ataque israelí contra civiles e instó a que Israel garantice el acceso humanitario para evitar una catástrofe humanitaria más grave.
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