Según un informe del diario israelí The Jerusalem Post publicado el viernes citando a fuentes de seguridad israelíes, unidades del ejército israelí instalaron dispositivos y equipos de espionaje en Gaza en 2018 y, al final, algunas de estas herramientas de espionaje israelíes terminaron en manos del Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
El periódico señaló que es probable que HAMAS haya logrado, con la ayuda iraní, decodificar el equipo y métodos militares israelíes.
Fuentes de seguridad israelíes estiman que los líderes del movimiento palestino, Mohammed Dheif y Yahya Sinwar, estaban “conscientes” de que están bajo “la estrecha vigilancia de la comunidad de inteligencia israelí”, por lo cual utilizaron “métodos encubiertos” para transmitir los mensajes que querían enviar.
Un funcionario de seguridad israelí confesó al periódico israelí que “nadie entendió esto, ni Aman (la inteligencia militar de Israel), ni el Shin Bet (servicio de seguridad), ni el Mossad (el servicio de espionaje)”, y agregó: “De lo contrario, no habrían dejado las fronteras sin vigilancia sin una respuesta significativa desde tierra o aire”.
Respecto a las tácticas utilizadas por los líderes militares de HAMAS para transmitir mensajes, un funcionario de seguridad israelí dice es probable que “los detalles, las instrucciones confidenciales y sentimientos generales estuvieran reservados para conversaciones cara a cara u otros medios”.
Según las evaluaciones, HAMAS preparó meticulosamente el ataque del 7 de octubre contra el régimen israelí, y, conforme a un alto funcionario del aparato de seguridad, practicó “un ejercicio de engaño perfecto” contra Israel antes de su operación sorpresa contra lugares que rodean Gaza.
Israel en declaraciones anteriores admitió su fracaso militar y de inteligencia en la detección de la operación de HAMAS denominada Tormenta de Al-Aqsa que sorprendió a este régimen y destruyó el mito de invencibilidad de su ejército.
Una encuesta indica que el 94 % de los israelíes considera que el gabinete del primer ministro, Benjamín Netanyahu, es el responsable de la “falta de preparación” en materia de seguridad, lo cual condujo al ataque de HAMAS, según informó el diario local Jerusalem Post.
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