Mediante un comunicado, el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) rechazó “enérgicamente las declaraciones incendiarias del presidente estadounidense Joe Biden” en las que tachó de terrorista la operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’ lanzada el sábado por la Resistencia palestina desde la Franja de Gaza contra Israel.
El mandatario estadounidense expresó el martes el pleno apoyo de su país a Israel en un discurso pronunciado desde la Casa Blanca, y acusó a HAMAS de violar los derechos humanos al “asesinar y tomar como rehenes a civiles” israelíes durante su reciente ofensiva, sin referencia alguna a las masacres cometidas por el ejército israelí en su contraofensiva a Gaza.
HAMAS, por su parte, repudió el apoyo de Biden al régimen “más racista y odioso” conocido en la región. “El discurso del presidente Biden acarreó falacias políticas y legales con su descarado sesgo hacia el más feo, odioso y racista régimen conocido en Asia Occidental”, censuró.
Con estas palabras, agrega el movimiento palestino, Biden dio luz verde a Israel “para continuar con sus masacres contra niños, mujeres y ancianos indefensos, e imponer las formas más horrendas de castigo colectivo a más de dos millones de palestinos en Gaza, en clara violación de todas las normas y convenciones internacionales a las que [Estados Unidos] afirma adherirse”.
HAMAS se presentó como un movimiento de liberación nacional, que lucha contra “una horrible ocupación sionista y defiende a su pueblo y su derecho a la libertad y la autodeterminación”.
Hizo hincapié en que la operación Tormenta de Al-Aqsa es una ofensiva para defender al pueblo palestino, la Mezquita Al-Aqsa y los prisioneros encarcelados por Israel, y tiene como objetivo obligar a la entidad sionista para que “detengan la agresión y el asedio [a Gaza], y pongan fin a la ocupación” de los territorios palestinos.
Llamó además a la Administración Biden “a revisar su posición sesgada y a alejarse de la política de doble rasero en lo que respecta a la ocupación sionista”.
Enfatizó que el movimiento se reserva el derecho del pueblo palestino a “defenderse a sí mismo, a su tierra y a su religión islámica y santidades cristianas […], hasta que se logren sus aspiraciones legítimas de liberación, retorno y establecimiento del Estado palestino con Jerusalén [Al-Quds] como capital”.
En el marco del nuevo conflicto entre el régimen israelí y los combatientes palestinos, iniciado el sábado, los bombardeos israelíes no han dejado ningún lugar indemne en la Franja de Gaza, especialmente, los ataques tienen como blanco a civiles e instalaciones vitales, como zonas cercanas al principal hospital del asediado enclave que en estos momentos alberga a cientos de heridos palestinos.
Los bombardeos ciegos israelíes se han cobrado la vida de 900 palestinos, entre ellos 260 niños y 230 mujeres, mientras que “al menos 200 000 […] residentes de Gaza se han visto desplazados tras huir al temer por sus vidas o que sus casas fueran destruidas por los bombardeos”, según informó Naciones Unidas.
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