Leila Al-Qandur, de ocho meses, ha muerto por inhalar el gas tóxico disparado por los soldados israelíes para dispersar a los manifestantes palestinos en Gaza.
Todavía no está claro a qué distancia de la valla que separa Gaza del régimen de Israel se encontraban la bebé y su familia.
Con la muerte de la bebé ya son 59 los palestinos que han perdido la vida por la violencia desatada ayer lunes por Israel en la frontera de Gaza con los territorios ocupados. De hecho, fue la jornada más sangrienta del conflicto israelo-palestino desde la guerra del verano de 2014 en la Franja de Gaza.
mkh/nii/

 
 
 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 