“Estos documentos exponen la mayor mentira en la política exterior de Estados Unidos: lucha oficialmente contra el terrorismo mientras lo apoya en secreto”, escribe la periodista en un artículo publicado a principios de este mes de septiembre en la página web Army Watch.
De acuerdo con los datos de Gaytandzhieva, las empresas estadounidenses compraron en los años 2016, 2017 y 2018 al menos 3 millones de armas que terminaron en manos de extremistas del EIIL (Daesh, en árabe) en Yemen o del Frente Al-Nusra en Siria.
El hecho se llevó a cabo con la ayuda de algunos aliados de Washington y esta red internacional de envío de armas nunca ha parado y continúa hasta la fecha, agrega el texto.
Unos documentos exponen la mayor mentira en la política exterior de Estados Unidos: lucha oficialmente contra el terrorismo mientras lo apoya en secreto”, escribe la periodista búlgara Dilyana Gaytandzhieva en un artículo publicado en la página web Army Watch.
Por ejemplo, la financiación de un lote de armas serbias la llevó a cabo Sierra Four Industries (Estados Unidos) en nombre del Gobierno norteamericano, pero el pago fue hecho por la empresa británica Charles Kendall & Partners Ltd.
Gaytandzhieva desveló también ciertos contratos y correos entre empresas norteamericanas, en algunos de ellos no mencionan al usuario final. Solo indican en el contrato: “para fines del Gobierno de Estados Unidos”.
La periodista cuestionó también la compra de proyectiles de mortero serbios por Estados Unidos, aunque estas armas no son estándar del país norteño y por lo tanto no pueden ser utilizados por el Ejército estadounidense.
Además, reveló que la empresa norteamericana Mil Spec Industries había solicitado a la parte serbia que su nombre no se escriba en ningún lado. En un correo electrónico fechado el 22 de enero de 2018, Jugoimport ordenó a Krusik que eliminara el nombre de su cliente Mil Spec Industries de las etiquetas.
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