Publicada: jueves, 2 de octubre de 2025 12:58

El plan de Trump para Gaza favorece a Israel, exige rendición palestina y no garantiza fin de la ocupación ni soberanía para Palestina.

Por: Hamid Yavadi 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó el lunes una propuesta de 20 puntos para la Gaza posguerra que está peligrosamente sesgada en favor del régimen israelí y que ignora las realidades palestinas.

En esencia, el plan exige que el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) se desarme en un plazo de 72 horas tras el cese al fuego, libere a todos los retenidos y acepte una retirada gradual de las tropas israelíes.

Pero aquí está el problema: no existe ningún compromiso vinculante para poner fin a la ocupación militar, tampoco un plan claro para la soberanía palestina o el derecho a la autodeterminación, ni garantía alguna de que Israel no retomará su agresión genocida una vez que le sean devueltos sus cautivos.

El “plan” tan publicitado, que ha sido recibido con beneplácito por un grupo de países musulmanes, exige la rendición palestina sin ofrecer soberanía, contempla el llamado desarrollo económico basado en el desplazamiento forzado y deja abierta la puerta a la continuación de la ocupación israelí.

Trump, que desde hace tiempo considera Gaza como un terreno costero estratégico en el Mediterráneo, presentó la propuesta como “un plan de paz”, pero bajo su brillo diplomático se esconde un diseño elaborado para favorecer intereses a largo plazo de Israel y Estados Unidos.

Según el acuerdo, Israel liberaría a más de 1900 presos palestinos, incluidos 250 con sentencias de cadena perpetua, a cambio de todos los 48 cautivos israelíes en manos de HAMAS —vivos y fallecidos— en un plazo de 72 horas tras el inicio del cese al fuego.

¿Cómo aparece HAMAS o los palestinos en el plan de Trump?

La propuesta, que ha acaparado titulares en medios globales en los últimos dos días, exige que el movimiento de Resistencia HAMAS renuncie a todos sus roles de gobierno en Gaza y deponga las armas, una condición que el grupo ha descartado anteriormente salvo que se establezca un estado palestino soberano y se respeten las aspiraciones del pueblo palestino.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifestó su acuerdo con el plan en una rueda de prensa junto a Trump en la Casa Blanca el lunes, mientras las fuerzas del régimen israelí continuaban lanzando bombas sobre Gaza.

Sin embargo, en declaraciones posteriores a medios israelíes, Netanyahu descartó la retirada militar, afirmando que “no va a suceder”. Esto ocurrió incluso antes de la reacción oficial de HAMAS al plan.

El equipo negociador de HAMAS declaró que estaba estudiando la propuesta. No obstante, un funcionario de HAMAS dijo a Reuters que la propuesta de Trump era “completamente parcial a favor de Israel” e imponía “condiciones imposibles” destinadas a eliminar al grupo de resistencia, un objetivo histórico de Netanyahu.

“Lo que Trump ha propuesto es la adopción total de todas las condiciones israelíes, que no otorgan al pueblo palestino ni a los habitantes de la Franja de Gaza ningún derecho legítimo”, afirmó el funcionario palestino bajo condición de anonimato.

Aunque HAMAS ha declarado en múltiples ocasiones que daría la bienvenida a cualquier iniciativa que ponga fin a la guerra genocida en Gaza —que ha cobrado la vida de más de 66,000 personas desde octubre de 2023, en su mayoría mujeres y niños— tiene motivos suficientes para ser escéptico.

La última vez que los líderes de HAMAS evaluaban la propuesta de Trump para un alto al fuego, aviones de guerra israelíes bombardearon su sede en Catar, un mediador clave en las negociaciones entre la resistencia palestina y el régimen de Tel Aviv.

Así, aunque Netanyahu ha respaldado la nueva propuesta de Trump, ha rechazado las únicas dos condiciones del plan que podrían darle a HAMAS motivos para aceptar el acuerdo: la retirada de las fuerzas de ocupación israelíes (aunque sea gradual y condicionada) y el eventual establecimiento de un estado palestino.

¿Qué dice el plan sobre la ocupación israelí?

Un día después de respaldar el plan de Trump, Netanyahu afirmó que las fuerzas israelíes permanecerían en la mayor parte de Gaza.

“Recuperaremos a todos nuestros rehenes, vivos y en buen estado, mientras el ejército israelí permanecerá en la mayor parte de la Franja de Gaza”, dijo en un comunicado en vídeo el martes.

Este no es el único punto de fricción. Netanyahu también afirmó que nunca permitirá la creación de un estado palestino, aunque el documento de la Casa Blanca incluye un apartado sobre “una vía creíble hacia la autodeterminación palestina y la creación de un estado” si el acuerdo se cumple plenamente.

“No está escrito en el acuerdo”, aseguró Netanyahu, diciendo que Israel “se opondría firmemente” a tal medida. Insistió en que Trump comparte esta opinión.

Esto es inaceptable para los palestinos. Como expresó el líder de la Yihad Islámica Palestina Ziad al-Najala, “Israel está tratando de imponer, a través de Estados Unidos, lo que no pudo lograr mediante la guerra”.

¿Qué quiere Netanyahu en Gaza?

Netanyahu parece buscar lo mejor de dos mundos: públicamente acepta el acuerdo para presionar a HAMAS, mientras que en privado rechaza sus términos más fundamentales.

Es una táctica conocida. El primer ministro israelí, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Gaza, tiene un historial de respaldar negociaciones y propuestas de alto al fuego y, al mismo tiempo, emitir declaraciones contradictorias para frustrar cualquier avance.

Familiares de cautivos, grupos humanitarios e incluso algunos funcionarios israelíes han acusado a Netanyahu de prolongar la guerra por beneficios políticos. HAMAS afirma que el primer ministro israelí ha utilizado las negociaciones como una cortina de humo para continuar con el genocidio en Gaza.

En febrero, Israel continuó retrasando la segunda fase de un acuerdo de alto al fuego ya iniciado, violando términos relacionados con la retirada de tropas y la entrega de ayuda humanitaria.

La última propuesta de Trump no aborda las causas profundas del conflicto prolongado: la ocupación y el régimen de apartheid que oprime al pueblo palestino.

¿Cómo aborda el plan de Trump el desplazamiento?

El plan está impulsado en gran medida por el deseo de Trump de convertir Gaza en una especie de “maravilla” al estilo Dubái. Aunque el plan asegura que “nadie será forzado a abandonar Gaza”, la visión pública de Trump para Gaza se basa en el desplazamiento forzado de su población originaria.

Cuantos más palestinos sean removidos por la fuerza de sus tierras, más barato será implementar el proyecto.

Un plan de reconstrucción y desarrollo económico para Gaza, publicado por The Washington Post, estima que se ahorrarían 23 000 dólares por cada palestino que se traslade. Esto equivale a medio millón de dólares en ahorros por cada uno por ciento de la población de Gaza que se reubique.

Trump había sugerido anteriormente que podría enviar al ejército estadounidense a Gaza para despejar el territorio de sus habitantes, incluso por la fuerza si fuera necesario. Estas declaraciones generaron una fuerte condena internacional.

El texto de la Casa Blanca indica que “se creará un plan de desarrollo económico Trump para reconstruir y revitalizar Gaza convocando a un panel de expertos que han participado en la creación de algunas de las ciudades modernas y prósperas del Oriente Medio (Asia Occidental)”.

“Se establecerá una zona económica especial, con tarifas preferenciales y condiciones de acceso a negociar con los países participantes”, especifica.

¿Cuál es el papel de Tony Blair en el plan de Trump?

Aquí es donde el ex primer ministro británico Tony Blair también entra en escena. Como parte del plan de Trump, Gaza será gobernada por “un comité tecnocrático temporal”, compuesto por palestinos y expertos internacionales, supervisado por un nuevo organismo de transición llamado la “Junta de Paz”.

Dicha junta estará encabezada y presidida por el propio Trump, junto con otros miembros y jefes de Estado, entre ellos Blair.

Blair vuelve a la acción casi dos décadas después de haber presentado un documento de 34 páginas que delineaba un “corredor para la paz y la prosperidad”, que proponía un parque agroindustrial en la ocupada Cisjordania.

En aquel entonces, Blair prometió que se presentarían más paquetes similares con el tiempo. Posteriormente, se vio obligado a renunciar al cargo en gran parte debido a la guerra de Irak. Según se informa, ha estado asesorando a la Casa Blanca sobre el último plan de Trump para Gaza.

Blair también ha estado en contacto con Jared Kushner, yerno de Trump, para definir los detalles. Su papel en los planes de Trump para Gaza ha sido objeto de críticas tanto por parte de palestinos como de defensores de los derechos palestinos en todo el mundo.

A principios de este año, el Instituto Tony Blair apoyó la idea de una “Riviera Trump” y una “Zona de Manufactura Inteligente Elon Musk” como parte de un plan posguerra para Gaza.

El plan incluía pagar a medio millón de palestinos para que abandonaran sus tierras natales, con el fin de crear espacio para que inversores privados desarrollaran Gaza como un centro turístico rentable.

¿Qué le dijo Trump a HAMAS?

Trump dio un ultimátum de “tres a cuatro días” a HAMAS el martes para que respondiera a su propuesta. El presidente estadounidense amenazó con permitir que Israel “haga lo que tenga que hacer” en Gaza si HAMAS rechaza el acuerdo.

“Podrían hacerlo bastante fácilmente”, afirmó.

HAMAS aún está evaluando la propuesta. Pero con Netanyahu indicando que Israel no aceptará las condiciones centrales del acuerdo, el camino hacia la paz sigue tan incierto como siempre.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.