Así ha reaccionado el director para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, John Dalhuisen a las declaraciones del primer ministro turco, Binali Yildirim, quien ha aseverado temprano en el día que el Consejo Constitucional y los partidos políticos discutirán la viabilidad del retorno de la pena de muerte tras el intento de golpe militar en el país.
"Las investigaciones y la rendición de cuentas deberían iniciarse ahora, pero no es tiempo para el retroceso de más derechos en Turquía. Los juicios justos deben garantizarse y no debe haber ningún retorno a la pena de muerte en el país, ya que no imparte justicia para nadie", ha aseverado Dalhuisen a la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Las investigaciones y la rendición de cuentas deberían iniciarse ahora, pero no es tiempo para el retroceso de más derechos en Turquía. Los juicios justos deben garantizarse y no debe haber ningún retorno a la pena de muerte en el país, ya que no imparte justicia para nadie", ha aseverado John Dalhuisen, el director para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
Ha añadido que los que están detrás del golpe se olvidaron de los derechos humanos y el estado de derecho, pero es importante que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y las autoridades turcas no se olviden de este principio.
El primer ministro turco, Binali Yildirim ha afirmado que todos los participantes de la intentona golpista, incluyendo militares y representantes allegados al líder opositor, Fethulá Gülen, quien es acusado por Ankara de estar detrás de estos acontecimientos, serán detenidos y sufrirán un castigo severo.
Asimismo, el premier ha explicado que la pena de muerte no está en la Constitución turca, sin embargo, Ankara tendrá en cuenta los cambios legales para asegurarse de que un intento de golpe no vuelva a suceder, por eso, el Tribunal Constitucional de Turquía considerará introducción de la pena de muerte.
Turquía vivió un intento de golpe de Estado militar llevado a cabo la noche del viernes por una facción del Ejército y el premier turco ha informado de que la situación se encuentra "ampliamente bajo control".
Al menos 265 personas murieron y 1470 resultaron heridas durante los hechos, mientras que según el primer ministro cerca de 3000 personas ya han sido detenidas.
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