Las cárceles mexicanas están sobrepobladas, con pésimas condiciones de sanidad, dominadas por grupos delincuenciales y sin lograr la reinserción social de los internos. Ante esto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), pidió a los gobiernos que asuman su responsabilidad para revertir este problema.
En este 2017 se han registrado hechos violentos en 15 penales según cifras oficiales. Dos de los más graves, dejaron 48 muertos. 28 en Las Cruces, Acapulco (suroeste), Guerrero (sur) y 16 en Cadereyta, en el estado de Nuevo León (norte). Los penales mexicanos, reflejan la grave crisis del sistema penitenciario mexicano.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, tiene análisis y pronunciamientos que han servido de muy poco. Las autoridades judiciales mexicanas se han visto rebasadas por el uso desmedido de la pena privativa de la libertad, rezago en el desahogo de expedientes, la fijación de penas largas y por no aplicar penas alternativas al encarcelamiento.
El sistema penitenciario mexicano, pasa por una severa crisis, que no será resuelta en el mediano plazo. Falta menos de un año para que termine este sexenio y con él, se va un Congreso y un gobierno que solo voltearon a ver las cárceles, sin poner remedio a sus múltiples problemas.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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