• Imagen capturada de un vídeo propagandístico de terroristas de EIIl en Al-Anbar, Irak, 17 de marzo de 2014. (Foto: AFP)
Publicada: sábado, 4 de julio de 2020 6:39

Nuevas armas confiscadas de los escondites del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) muestran que los países extranjeros siguen apoyando a esta banda.

Las operaciones militares realizadas en diferentes partes de la provincia de Diyala, en el este de Irak, iniciadas el pasado junio, otra vez mostraron que no se han acabado los apoyos financieros de algunos países a la banda takfirí Daesh y ahora se descubren nuevas armas en los escondites de los terroristas, informó el viernes Sadeq al-Huseini, un comandante de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe).

En declaraciones al diario local Baghdad Today, Al-Huseini apuntó que, de hecho, Irak está luchando contra una banda extremista apoyada por distintas partes.

“Las cosas que se hallan en los escondites de Daesh, incluyendo equipos logísticos, armas y municiones, muestran que nuestra guerra con EIIL continúa, y el país aún enfrenta grandes conspiraciones”, afirmó.

 

Fuerzas iraquíes confiscan una base subterránea de EIIL

En el segundo día de operaciones antiterroristas en la localidad de Tarmiya, al norte de Bagdad (capital) y en la provincia central de Salah Al-Din, las fuerzas de seguridad iraquíes incautaron cinco escondites de Daesh, incluida una base subterránea.

“Hoy, durante el segundo día de las operaciones de Tarmiya, se incautaron cinco escondites, uno de ellos subterráneo, que contenía tres habitaciones dentro del cuartel general terrorista, y contenía dispositivos explosivos”, dijo el viernes el comandante de las operaciones de Bagdad (capital), teniente general Qais al-Muhammadawi.

Conforme al teniente general, los artefactos explosivos fueron desmantelados y los terroristas que estaban allí fueron arrestados.

Dicha operación antiterrorista comenzó el jueves con el objetivo de identificar y perseguir a los remanentes de Daesh y limpiar las zonas al norte de la capital de su presencia para mejorar la seguridad y la estabilidad de la zona y proteger a los civiles ante unas actividades sin precedentes en áreas al norte, oeste y este de la capital iraquí, en las provincias de Salah Al-Din, Diyala y Al-Anbar (oeste), en comparación con los últimos dos años.

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