Miembros del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) están ultimando sus preparativos para lanzar una ofensiva contra las cárceles del país mesopotámico con el fin de liberar a miles de sus colegas detenidos, ha informado este miércoles el diario libanés Al Akhbar.
El rotativo ha informado que, actualmente, unos 18 000 terroristas de Daesh, la red extremista Al-Qaeda, y otras facciones takfiríes se encuentran retenidos en diferentes prisiones de Irak.
Plan de Daesh para atacar prisión de Al-Nasiriya
Al Akhbar ha revelado, además, que los extremistas de EIIL están aprovechando el caos en la ciudad de Al-Nasiriya, al sureste de Bagdad, para atacar Al-Hut, la cárcel de la ciudad, donde se encuentran 6200 prisioneros, la mayoría integrantes de la banda terrorista Daesh.
“El servicio de Inteligencia iraquí ha interceptado varias llamadas y mensajes de texto de los líderes de Daesh en los que logró descubrir un plan de asalto a la prisión central de Al-Nasiriya y hacer escapar a los terroristas de EIIL”, ha asegurado Al-Akhbar, citando una fuente militar iraquí.
Ha añadido que en un primer momento, las manifestaciones de Al-Nasiriya fueron pacíficas, pero, las páginas falsas en las redes sociales han incitado a la violencia con el fin de apoyar a los terroristas de Daesh, aprovechar el caos para atacar la prisión de Al-Hut y liberar a sus colegas retenidos.
El servicio de Inteligencia iraquí ha interceptado varias llamadas y mensajes de texto de los líderes de Daesh en los que logró descubrir un plan de asalto a la prisión central de Al-Nasiriya y hacer a escapar a los terroristas de EIIL”, ha asegurado el diario libanés Al-Akhbar, citando una fuente militar iraquí.
La fuente consultada, además, ha enfatizado que el plan de Daesh goza del apoyo de partes extranjeras que buscan generar inestabilidad e inseguridad en el país.
Las protestas en Irak y el peligro de resurgimiento de Daesh
Las protestas comenzaron desde los primeros días de octubre y no se han detenido hasta la fecha. Los manifestantes acusan al Gobierno de Bagdad de corrupción y se quejan de la falta de servicios públicos y el alto desempleo.
Las reformas anunciadas por el Gobierno de Irak, y la dimisión de primer ministro iraquí, Adel-Abdul Mahdi, se han tapado con la injerencia de países extranjeros, entre ellos EE.UU. y Arabia Saudí, tal y como indican los informes.
Países como Irán y Rusia advierten que la desestabilización de la situación en Irak entraña el riesgo de un resurgimiento del grupo terrorista Daesh, agrupación extremista que pese a su derrota en 2017, continúa realizando actividades de sabotaje en varias regiones del país.
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