El comandante de las Unidades de Movilización Popular iraquíes (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en Al-Anbar (oeste de Irak), Qasem Mosleh, anunció que el principal objetivo de dicha operación iniciada el jueves es limpiar más de 230 kilómetros de la frontera entre ambos países de los remanentes de los grupos terroristas entre ellos el EIIL (Daesh, en árabe).
De acuerdo con Mosleh, la operación de limpieza empezará desde Al-Bukamal, ubicada al sureste de Deir Ezzor (este de Siria), y se extenderá hacia el sur de Sawaneh y Busairi (en provincia siria de Homs), y la estación T2, en el límite de Deir Ezzor con Homs, y la localidad Al-Tanf, en el extremo suroriental de Homs.
En la ofensiva participan las divisiones 13, 17, 18 y 19 de Al-Hashad Al-Shabi, equipos médicos y de ingeniería de esa milicia iraquí, y las fuerzas militares de Siria.
La operación en cuestión se lleva a cabo en el marco de los esfuerzos de Bagdad y Damasco para reabrir cruces fronterizos iraquí-sirios con el fin de facilitar los intercambios comerciales y garantizar el paso libre para los civiles.
En diciembre de 2017, el entonces primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, proclamó el “fin de la guerra” contra Daesh, después de que las Fuerzas Armadas del país liberaran los últimos feudos del grupo ultraviolento cerca de la frontera con Siria.
Sin embargo, los extremistas de EIIL han seguido perpetrando atentados de forma frecuente en distintas partes de Irak, entre ellas, las zonas fronterizas. Por lo que, el país árabe, autorizado por Damasco, sigue las operaciones antiterroristas en estas regiones fronterizas.
El presidente sirio, Bashar al-Asad, hizo hincapié el 14 de abril en la unidad de Damasco y Bagdad para acabar con los planes secesionistas de los enemigos y erradicar los focos terroristas.
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