“Los cadáveres de siete de ellos fueron hallados, y las fuerzas de seguridad buscan al resto”, ha dicho este martes Ali al-Nawaf, el jefe del consejo municipal de la localidad de Dur.
Los terroristas del EIIL (Daesh, en árabe) atacaron varias localidades y pueblos dispersos, entraron en las casas y secuestraron a 30 personas, ha añadido Al-Nawaf.
Según fotos divulgadas a través de las redes sociales, las víctimas halladas tenían las manos atadas y los ojos vendados.
“Esta zona solía estar bastante poblada, pero se vació porque se ha vuelto muy peligrosa para los residentes”, ha añadido Al-Nawaf.
Asimismo, ha precisado que los residentes no podían defenderse porque sus armas les fueron confiscadas por las fuerzas lideradas por EE.UU., que invadieron Irak en 2003.
Bagdad declaró en diciembre de 2017 la victoria contra Daesh y la violencia se ha reducido después de tres años de sangrientos combates para reconquistar el territorio que los terroristas llegaron a controlar en 2014, en torno a una tercera parte del suelo del país árabe.
Los cadáveres de siete de ellos (pastores y agricultores) fueron hallados, y las fuerzas de seguridad buscan al resto”, dice Ali al-Nawaf, jefe del consejo municipal de la localidad iraquí de Dur.
En otra provincia bajo control, tres conductores de camión fueron asesinados el lunes por los extremistas en la carretera que une Bagdad (capital iraquí) con Kirkuk, una rica ciudad petrolera al norte de la capital iraquí.
Aunque los terroristas han perdido el conjunto de los centros urbanos, en particular la ciudad norteña de Mosul, se siguen desplazando por el desierto y cometen este tipo de ataques esporádicos.
Para eliminar a los remanentes de la banda takfirí, las Fuerzas Armadas de Irak, secundadas por las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), lanzaron el pasado abril una operación a gran escala en varias partes del país, operativo que aun sigue en curso.
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