Un doble atentado registrado la misma jornada del domingo en el barrio Ciudad de Sadr, en el este de la ciudad capitalina de Bagdad, dejó al menos 70 muertos y más de 100 heridos. El grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) ha reivindicado la autoría del ataque.
“Esos actos cobardes terroristas protagonizados por Daesh que se dirigen contra los civiles en las calles y mercados no interrumpirán la cadena de victorias del país (ante el terrorismo) ni disuadirán los intentos para erradicar el terrorismo”, indicó Al-Abadi, mientras visitaba el lugar de los hechos en una región chií.
Esos actos cobardes terroristas protagonizados por Daesh que se dirigen contra los civiles en las calles y mercados no interrumpirán la cadena de victorias del país ni disuadirán los intentos para erradicar el terrorismo”, indicó primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi.
De igual manera, el titular árabe resaltó que los intentos de los extremistas takfiríes para impedir los planes antiterroristas del Gobierno de Bagdad están condenados al fracaso.
En el mismo contexto, el presidente del Parlamento de Irak, Salim al-Yaburi, condenó el domingo los atentados terroristas en el barrio Ciudad de Sadr y pidió a los servicios de la Inteligencia del país que se mantengan en la máxima alerta, en un intento por impedir ataques de la misma índole.
El presidente de la Asamblea Suprema Islámica de Irak, Seyed Amar al-Hakim, por su parte, calificó de “inútiles” los intentos de los terroristas para vengarse de las consecutivas derrotas que han sufrido por parte del Ejército del país, las fuerzas kurdas iraquíes (Peshmerga) y las fuerzas populares y tribales.
De igual manera, Al-Hakim culpó a las autoridades iraquíes de seguridad de haber permitido que ocurrieran semejantes incidentes mortales.
Irak es, desde junio de 2014, escenario de una guerra contra Daesh, grupo terrorista que conquistó amplias áreas del territorio iraquí y proclamó un califato en las zonas bajo su control tanto en este país como en Siria.
Durante los últimos meses, el Ejército iraquí ha retomado el control de varias zonas ocupadas por las bandas terroristas, en particular en las provincias de Diyala (este), Salah al-Din (centro) y Ramadi, capital de provincia occidental de Al-Anbar.
El pasado 28 de diciembre, Al-Abadi aseguró que 2016 será el fin de la presencia de los terroristas de Daesh en su país.
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