El pandillero que fue detectado publicaba en sus redes sociales fotografías que lo identificaban como pandillero y al mismo tiempo como miembro del Ejército de Guatemala, se sospecha que vendía armas a la pandilla del barrio 18 y es que no existen parámetros que permitan hacer una selección rigurosa de los nuevos elementos del ejército.
Para entrar en el ejército solo se necesita pasar examines físicos, médicos y psicológicos y carencia de intendentes penales y policiales no obstante muchos de los aspirantes los falsifican para facilitar su ingreso, pero ya han estado en prisión o pendientes procesos judiciales.
Uno de los militares guatemaltecos especialistas más cotizados por su formación es el que pasa las pruebas para que se le considere y reconozca en el grado de Kaibil, sus bases están fajadas sobre conocimientos profundos en temas del territorialidad y conocimiento de armas y combate en cualquier situación.
La institución castrense atraviesa momentos difíciles, no solo por el descubrimiento de pandilleros en sus filas, sino por un estado de sitio que mantienen en dos comunidades al occidente del país limítrofes con México, estas acciones han sido criticadas por algunos sectores de la sociedad guatemalteca.
Miguel Salay, Guatemala.
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