• Zury Ríos Sosa, hija del exdictador guatemalteco, José Efraín Ríos Montt
Publicada: sábado, 18 de abril de 2015 7:39

Las víctimas del genocidio en Guatemala expresaron el viernes su rechazo a la candidatura de Zury Ríos Sosa, hija del exdictador José Efraín Ríos Montt, a las venideras elecciones presidenciales en el país centroamericano.

Su candidatura nos afecta porque ella niega que hubo genocidio y lo hace para que la gente se equivoque y no lo sepa. La van a apoyar para que ella siga haciendo lo que se le da la gana".

"Su candidatura nos afecta porque ella niega que hubo genocidio y lo hace para que la gente se equivoque y no lo sepa. La van a apoyar para que ella siga haciendo lo que se le da la gana", precisó Benjamín Gerónimo, exrepresentante de las víctimas de la masacre ocurrida bajo la dictadura de Ríos Montt entre 1982 y 1983.

Por su parte, el activista de Derechos Humanos Jorge Santos puso de relieve que si Ríos Sosa aprueba algo tan grave cometido por su padre y aspira a ser funcionaria, esto puede influir en su desempeño, es decir, “podría replicar el autoritarismo, la violencia y la corrupción”.

Ríos Sosa anunció el jueves que iba a aceptar el nombramiento de su candidatura por parte del partido Visión con Valores (VIVA), de corte derechista y cristiano liberal, para competir en las elecciones generales de finales de este año.

“Delante de Dios y de todos ustedes, asumo la responsabilidad y la decisión de regresar a la arena política, políticas públicas, a la oficina de un funcionario público, a someterme al juicio de la gente”, recalcó la hija de Ríos Montt, acusado y procesado por genocidio y crímenes contra la humanidad.

El exdictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt frente a un tribunal 

 

Ríos Montt, de 88 años, fue condenado en 2013 a 80 años de prisión por los delitos de genocidio y lesa humanidad, tras ser hallado culpable de ordenar a los soldados bajo su mando asesinar a 1771 indígenas de la etnia Ixil; sin embargo, la sentencia judicial fue anulada 10 días después.

Su hija, de 47 años, diputada en el Congreso en tres ocasiones, ha brindado su apoyo a su padre en el proceso judicial que enfrenta y ha negado públicamente que en Guatemala ocurriera genocidio alguno en la época del conflicto armado interno (1960-1996).

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