“Los riesgos aumentan cada día” en esa planta nuclear, situada en Energodar, en el sureste de Ucrania, después de que sufriera varios ataques con armas pesadas, dijo el domingo a la agencia francesa AFP, Dimitro Orlov, alcalde de la ciudad.
Repitió las acusaciones vertidas en los últimos días por las autoridades ucranianas contra Moscú, y denunció que “lo que está sucediendo es terrorismo nuclear puro y simple” en la central nuclear, la mayor de Europa.
Orlov, quien se encuentra en la ciudad de Zaporiyia después de que las tropas rusas tomaran el control de Energodar en marzo poco después de iniciarse la operación militar rusa en Ucrania, advirtió de que el riesgo de un desastre va a crecer en caso de que “no haya un proceso de desescalada”.
Kiev afirma que Moscú busca “golpear la parte de la central nuclear donde se genera la energía que alimenta el sur de Ucrania” y culpar de ello a Ucrania, acusación que el Kremlin tacha de “sin fundamento”.
La semana pasada, el ministerio de Defensa ruso, acusó a Kiev de cometer “otro acto de terrorismo nuclear” llevando a cabo ataques a la central, que dejaron dañada una línea de alta tensión y obligaron a reducir la potencia de dos reactores.
Rusia teme que los bombardeos ucranianos a la planta provoquen una catástrofe nuclear que podría afectar a varios países europeos y advierte que la responsabilidad por sus consecuencias recaerá sobre el régimen de Kiev, Estados Unidos y los dirigentes de la Unión Europea (UE) que no tomaron medidas para impedirla.
El Kremlin denuncia la complicidad directa de EE.UU. y sus aliados occidentales en el conflicto de Ucrania por sus continuas entregas de armas al país eslavo, y advierte que inundar Ucrania con armas sepultará cualquier posibilidad de diálogo y desestabilizará Europa.
Las autoridades rusas han asegurado que en la operación militar que iniciaron a finales de febrero no hay amenaza alguna para la población civil, puesto que su objetivo es “desmilitarizar” y “desnazificar” a Ucrania, así como evitar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU., convierta al país eslavo en una base antirrusa.
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