“Los países miembros de V4 (Grupo de Visegrado) consideran que el diálogo sobre la migración es un tema que concierne al Consejo (Europeo) y no a la Comisión (Europea)”, ha declarado este jueves a los medios el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que considera que en el tema migratorio la UE no puede imponer criterios a los Estados miembros.
El mandatario nacionalista, uno de los líderes europeos más opuestos a la inmigración, ha reconocido, sobre esta convocatoria, “que hay pánico” en relación al tema migratorio, aunque opinó que “la prisa no es buena”.
A la reunión informal de trabajo, convocada el miércoles por el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, acudirán los líderes de varios Estados miembros de la UE para el próximo domingo en Bruselas (capital de Bélgica), a fin de abordar el asunto de la inmigración de cara al Consejo Europeo (CE) del próximo jueves.
Los países miembros de V4 (Grupo de Visegrado) consideran que el diálogo sobre la migración es un tema que concierne al Consejo (Europeo) y no a la Comisión (Europea)”, ha declarado el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
En un mensaje de Twitter, Juncker etiquetó a la cuenta de la Presidencia del Gobierno español; del presidente de Francia, Emmanuel Macron; del canciller de Austria, Sebastian Kurz; del portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, y a los primeros ministros de Grecia, Alexis Tsipras; Italia, Giuseppe Conte; Bulgaria, Boyko Borissov, y Malta, Joseph Muscat.
“En el tema de la inmigración, compartimos la vieja propuesta de fortalecer las fronteras externas de la UE y de crear centro de acogida fuera de la unión”, ha explicado Orbán, en alusión a la coincidencia de criterios con Kurz, con quien ha realizado una conferencia de prensa conjunta.
Hungría en los últimos tiempos ha tomado polémicas medidas antinmigrantes. El Parlamento húngaro, de hecho, aprobó el miércoles un polémico paquete de leyes que criminaliza a las oenegés que ayudan a los inmigrantes indocumentados, a pesar de las críticas expresadas en los últimos meses por las organizaciones defensoras de los derechos humanos y por la CE.
Las posturas contra los migrantes también se manifiestan en otros países europeos como Italia, cuyo Gobierno ha adoptado políticas tildadas de racistas y xenófobas por los propios italianos, y también han generado tensión dentro de gobiernos como el de Alemania.
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