Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea (CE), ha señalado este jueves que algunos de los Estados miembros de la UE alegan que "son países católicos" para justificar que "no tienen sitio para musulmanes".
"Creo que ese tipo de razonamiento es inaceptable. Primero va la gente y luego la religión, no antes la religión y después la gente", ha señalado Juncker.
Creo que ese tipo de razonamiento es inaceptable. Primero va la gente y luego la religión, no antes la religión y después la gente", ha señalado el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.
Asimismo ha insistido en la necesidad de acoger a aquellos que huyen de la violencia o la tortura. "Viajan por una razón", ha afirmado antes de sugerir a los países que no pueden acoger a algunas poblaciones que participen más en la protección de las fronteras exteriores.
En este sentido, Juncker ha recordado que en octubre iniciará su actividad una nueva Agencia Europea de Fronteras y Guardacostas, creada a propuesta de la Comisión Europea, en diciembre de 2015.
Por su parte, la alta representante de la política exterior de la UE, Federica Mogherini, aboga por un pacto mundial para paliar la crisis migratoria europea.
Mientras tanto, el primer ministro húngaro, Víktor Orban, defendió el miércoles que todos los inmigrantes ilegales sean "acorralados y expulsados" de la UE, para luego ser concentrados en grandes campos de refugiados en el exterior del bloque, desde donde podrían solicitar asilo.
En medio de niveles récord de desplazamientos forzados en todo el mundo debidos a conflictos y persecuciones, en especial y entre otros en Siria, los países de la UE han dado sobradas muestras de ineficacia, negligencia e inhumanidad en la gestión de la crisis de los refugiados y en el respeto a sus derechos.
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