La protesta contra las políticas de austeridad del Gobierno fue convocada bajo el lema ‘Nuestra copa rebosa’ por los tres principales sindicatos belgas, y ha reunido a más de 50.000 personas.
Los incidentes se han producido una vez concluida la marcha y cuando gran parte de sus participantes se había retirado ya, según recogen medios locales.
La Policía comenzó a disparar cañones de agua después de que algunos de los manifestantes comenzaran a arrojar piedras y otros objetos contundentes contra los agentes.
Como resultado de los enfrentamientos, al menos diez personas han resultado heridas, entre ellas un agente y un comisario de Policía. Las autoridades no han ofrecido datos sobre el número de detenciones.
Los manifestantes, entre ellos varios opositores, rechazan las iniciativas del Gobierno para disminuir los salarios y aumentar la edad de jubilación, ya que, en su opinión, dificultan en general las condiciones de los trabajadores.
Los sindicalistas aseguran que las políticas de libre mercado del primer ministro belga, Charles Michel, implementadas en los últimos dos años, le están costando a las familias belgas alrededor de 112 dólares mensuales, mientras que las promesas de crear puestos de trabajo adicionales aun no se han cumplido.
En la marcha estaba llamado a participar principalmente el sector público, por lo que servicios como el transporte público, incluido el metro y las líneas de autobuses de Bruselas, se han visto fuertemente afectados.
La manifestación de este martes forma parte de un calendario más amplio de protestas que incluye una nueva convocatoria el próximo 31 de mayo y que concluirá con una huelga general el 24 de junio.
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