La abogada de la trabajadora humanitaria española ha anunciado este jueves que un fiscal israelí ha presentado una acusación formal en contra de Juana Ruiz Sánchez en la que le atribuye cinco cargos, entre ellos “pertenencia a una organización ilegal” y “desvío de fondos al Frente Popular para la Liberación de Palestina”.
Ruiz, de 62 años y casada con un hombre palestino, fue detenida por 20 soldados israelíes el pasado 13 de abril en su casa cerca de la ciudad de Beit Lahm (Belén), en la ocupada Cisjordania.
Desde hace 24 días, la cooperante se halla en una prisión de hombres próxima a la Franja de Gaza en la que es sometida a interrogatorios de hasta seis horas consecutivas y permanecerá previsiblemente hasta que se dirima su caso.
El próximo lunes, se celebrará otra audiencia, la séptima, en la que la defensa pedirá la liberación de Ruiz mientras transcurra el juicio, ha afirmado su abogada ante los medios de comunicación.
Bajo el lema #FreedomforJuani y #LibertadJuani, decenas de personas protestan frente a la embajada de Israel en Madrid para exigir la liberación de Juana Ruiz Sánchez, cooperante española retenida sin juicio, cargos ni pruebas desde el pasado 13 de abril.
— Diego Radamés (@diego_radames) April 29, 2021
📸© 29 de abril, 202. pic.twitter.com/8QJwWanCut
Desde hace décadas, la cooperante trabaja como coordinadora de proyectos de los Comités de Trabajos para la Salud, que es una entidad sin ánimo de lucro palestina centrada en la sanidad.
Esta es una de las entidades acusadas por el servicio de inteligencia del régimen de Israel (Mossad) de desviar fondos de la Unión Europea (UE) a las actividades del FPLP.
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¿En qué situación se encuentra la activista?
Hasta este jueves, Ruiz no tenía posibilidades de presentar argumentos en su defensa, pues no habían sido formuladas acusaciones contra ella.
Su familia ha denunciado que no les han permitido visitarla ni entregarle ninguna pertenencia, ni siquiera sus gafas, sin las que no puede leer ni escribir.
Además, las autoridades israelíes no la están tratando de manera adecuada, incluso la dejaron un día sin comer, según ha denunciado la portavoz de la familia de la activista en España, la abogada Begoña Lalana.
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