Durante la lectura de la declaración final, tras el pleno de investidura suspendida de Jordi Turull como candidato a la Presidencia de la Generalitat (gobierno catalán) ha llamado la atención a “la gravedad de la situación política y democrática” de los últimos meses, agravada por el encarcelamiento el viernes de cinco políticos independentistas más.
“Considerar acciones políticas propias de una democracia como hechos delictivos, no es justicia, es represión”, ha destacado el presidente de la cámara catalana denunciando “la escalada de vulneraciones de derechos fundamentales perpetradas desde las instituciones del Estado (español)”.
Ha lamentado que los catalanes se hallen en “un contexto de involución democrática sin precedentes” en que se ha visto cómo se perseguía policialmente un referéndum y se reprimía a quienes intentaban votar, y cómo se han vulnerado los derechos fundamentales y se han criminalizado “ideas políticas legítimas”.
Ante esta situación, ve urgente “formar un frente unitario en defensa de la democracia y los derechos fundamentales, un frente transversal basado en el respeto a la pluralidad”.
Considerar acciones políticas propias de una democracia como hechos delictivos, no es justicia, es represión”, ha aseverado el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent.
Y ha detallado que ese frente común debería ser una “alianza de todos los demócratas para exigir y conseguir la libertad” de los presos independentistas, teniendo en cuenta que su encarcelamiento es propio de un “régimen autoritario” y no de un país democrático.
Asimismo, se ha dirigido al Gobierno de España diciéndole “ya basta” de tanta represión y ha citado a todos los encarcelados o en el exilio, para asegurarles que luchará contra esta “injusticia y persecución ideológica” hasta el final para lograr su libertad y su regreso a Cataluña.
Este sábado, Torrent se ha visto obligado a suspender la investidura de Turull en el Parlamento catalán por la ausencia del candidato independentista encarcelado la víspera junto a otros cuatro políticos por su vinculación con el proceso independentista de Cataluña de octubre.
Tras la investidura fallida del jueves y la de este sábado de Turull como presidente de la Generalitat activará la cuenta atrás de dos meses para encontrar un presidente con los apoyos necesarios, y si los independentistas no lo consiguen, se disolverá la Cámara y se convocarán elecciones de nuevo en julio.
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