Durante un complejo operativo de contrainteligencia, los servicios de inteligencia del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) lograron desarticular el grupo de hackers conocido como “Backdoor” y capturar a su líder, según informaron el domingo los medios iraníes.
El líder del grupo operaba bajo la falsa identidad en línea de una joven neerlandesa que defendía la libertad de las mujeres iraníes y, al parecer, suministraba información clasificada sobre las fuerzas de seguridad iraníes a medios de comunicación antiraníes, como Iran International, y a redes vinculadas al Mossad.
El caso se inició en 2022, cuando el canal de Telegram y la cuenta de Twitter de Backdoor adquirieron notoriedad al publicar información personal sobre agentes de la policía moral y otros militares.
Inicialmente, Backdoor se presentaba como una joven europea que revelaba secretos en apoyo de las mujeres iraníes. Esta narrativa fue ampliamente difundida por medios extranjeros, especialmente por Iran International, que emitió reportajes basados en la información filtrada.
Sin embargo, una compleja operación de inteligencia llevada a cabo por especialistas cibernéticos del Cuerpo de Guardianes demostró que la persona tras la identidad falsa no era ni una “chica”, ni de “nacionalidad holandesa”, sino un joven iraní que dirigía un grupo de hackers local.
Conforme a sus confesiones, su principal motivación era generar ingresos mediante criptomonedas. Tras el arresto, el líder del grupo confesó haber recibido pagos por objetivos específicos e información de alto valor.
La investigación reveló que el grupo de hackers formaba parte de una red más amplia y peligrosa que involucraba a periodistas de Iran International, un grupo rival de hackers llamado “Lab Dujtegan” y, en última instancia, al Mossad.
“Lab Dujtegan”es conocido por su abierta simpatía con el régimen sionista y se jactó en su canal de Telegram de su papel en la recopilación de información de inteligencia sobre objetivos dentro de Irán durante la reciente guerra de 12 días impuesta por Israel a Irán en junio que dejó 1069 iraníes muertos.
El aparato de seguridad iraní otorga alta prioridad a la identificación y desmantelamiento de operaciones de espionaje extranjeras.
Las operaciones frecuentemente tienen como objetivo las redes dirigidas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y el Mossad, culminando a menudo con el arresto de personas con doble nacionalidad o individuos que filtran información militar, nuclear o económica sensible.
Durante la guerra de 12 días entre la República Islámica e Israel, más de 700 espías, afiliados al Mossad, fueron arrestados en todo Irán, de los cuales varios fueron ejecutados tras completarse los procedimientos legales y la confirmación de las sentencias por la Corte Suprema, tal como indican medios locales.
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