La representación iraní, mediante un memorando oficial, ha protestado enérgicamente contra el reciente informe del Director General de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, sobre las actividades nucleares de Irán.
“El contenido, el tono y el alcance de este informe son profundamente objetables e indican una clara desviación de la supuesta misión neutral del director”, ha criticado la misión diplomática de la República Islámica, haciendo énfasis en el carácter pacífico del programa nuclear iraní.
La Misión Permanente de la República Islámica de Irán ha remarcado en su mensaje de condena a las falsas acusaciones de la AIEA, que el programa nuclear iraní es totalmente transparente y se lleva a cabo bajo la estricta supervisión de la Agencia, afirmando que no existe actividad nuclear no declarada ni desviada.
El comunicado también ha dejado claro que la iniciativa de la AIEA de reabrir expedientes cerrados debido a la presión política de ciertos gobiernos es incompatible con la misión técnica e imparcial de esta institución internacional.
El pasado 31 de mayo un informe de la Agencia afirmaba que Irán había aumentado drásticamente sus reservas de uranio enriquecido hasta el 60 %, cerca del 90 % necesario para fabricar armas atómicas.
Tales acusaciones provocaron de inmediato el rechazo de la Cancillería iraní y la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI).
En tal sentido, la misión iraní en Ginebra ha puesto de relieve el hecho de no existen “pruebas creíbles” de las acusaciones emitidas por la AIEA contra la República Islámica, mientras Irán sigue cooperando con la Agencia “en la aplicación de los procedimientos rutinarios de salvaguardias”, y esta continúa realizando una vigilancia intensiva en Irán, “en consonancia con su ciclo del combustible nuclear y sus actividades nucleares”.
El mensaje ha indicado que confiar en información no verificada proporcionada a la Secretaría de la AIEA por fuentes públicas o agencias externas de inteligencia “es incompatible con los principios de objetividad, integridad y profesionalismo que fundamentan la misión de la Agencia”.
De igual manera, en el comunicado ha trascendido que todos los materiales y actividades nucleares iraníes “han sido declarados” en su totalidad a la AIEA, y “tras exhaustivas investigaciones e indagaciones, las autoridades de seguridad iraníes competentes han encontrado recientemente pruebas adicionales que confirman que actos de sabotaje o maliciosos influyeron en la contaminación de esos sitios”.
De igual manera, la misión diplomática de la nación persa ha insistido en que “el enriquecimiento de uranio al 60% no está prohibido por el Tratado de No Proliferación Nuclear”, y las actividades de enriquecimiento y las reservas de uranio al 60 % de Irán “están sujetas a plena supervisión y verificación” por parte de la institución internacional.
Irán ha reiterado en múltiples ocasiones y escenarios el carácter pacífico de su programa nuclear, mientras ha condenado las posturas tendenciosas de la AIEA y su director, evidentemente manipulados por los intereses de las potencias de Occidente.
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