“Creo que es ilógico argumentar que la nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) debe conservar la misma prohibición a la exportación de siete categorías de armas convencionales”, afirmó el sábado el exembajador británico ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
Creo que es ilógico argumentar que la nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) debe conservar la misma prohibición a la exportación de siete categorías de armas convencionales”, opina Jenkins.
En una entrevista exclusiva concedida a la agencia iraní de noticias IRNA, Jenkins mencionó la preocupación de países occidentales en cuanto a supuestos aspectos bélicos del programa de energía nuclear iraní y cuestionó que “si están preocupados por el programa nuclear, ¿por qué también están preocupados por la adquisición de vehículos de combate, tanques, aviones y barcos? Esto no tiene sentido para mí”.
El diplomático británico afirmó que solo una parte de esas limitaciones, la que se relaciona con el caso nuclear, como es el tema de la exportación de misiles y sistemas de misiles, podría ser justificable.
A este respecto, mencionó, como ejemplo, las oposiciones a la entrega del sistema antiaéreo ruso S-300 al país persa y afirmó que no hay forma de que un sistema de defensa pudiera ser utilizado para entregar cualquier tipo de cabeza nuclear; razón por la cual “¿por qué debería ser prohibido?”, inquirió.
Idealmente, agregó, los estadounidenses aceptarían todo esto y levantarían por completo la prohibición impuesta contra las armas convencionales. Y seguidamente indicó que si estuviera en lugar de los negociadores, sugeriría que ambas partes comprometieran el levantamiento total de la prohibición de todo lo que no sea misiles y sistemas de misiles.
En cuanto a la insistencia de la parte occidental en acceder a centros militares de Irán, Jenkins detalló que Estados Unidos ya sabe todo lo que tiene que saber sobre las actividades nucleares iraníes; y el problema es que desde el punto de vista político le resulta difícil presentar un acuerdo ante el Congreso que no incluya este tema: “Se trata más de una necesidad política que una práctica”.
En otra parte de sus afirmaciones, hizo referencia a las recientes noticias sobre los cambios surgidos en las posturas de las partes y precisó que “dudo que ambos lados realmente hayan intentado retroceder lo acordado en abril”.
En este contexto, reconoció que sí existen algunos asuntos de suma importancia que no fueron abordados en el principio de acuerdo de abril y estaba prevista su discusión posteriormente. La verdad es que, continuó, ambas partes actúan de buena fe con el fin de alcanzar sus objetivos.
Al concluir, el diplomático estadounidense destacó su optimismo ante el logro de un acuerdo definitivo y subrayó que “las partes están tan cerca de un acuerdo que no pueden fallar”.
Desde el pasado 17 de junio, los representantes de Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) se encuentran en Viena, capital de Austria, donde celebran mesas de diálogos para completar el texto de un eventual acuerdo definitivo, teniendo como base el entendimiento logrado el pasado 2 de abril.
La última ronda de diálogos, que tenía como plazo el 30 de junio para llegar a un pacto, se ha extendido hasta el 13 de julio, después de que las partes reconocieran los avances y la posibilidad real de llegar a un acuerdo.
Hasta el momento, las partes no han coincidido en varias cuestiones, sobre todo las sanciones antiraníes y su eliminación, uno de los principales puntos de divergencia en Viena, ya que Teherán insiste en que el embargo unilateral por el Occidente al país persa debe ser levantado el mismo día de la entrada en vigor de un eventual pacto nuclear definitivo.
Recientemente, aun cuando se han informado de los constantes cambios de postura, las demandas excesivas, y las divergencias internas en el Grupo 5+1, Irán asegura que pese a las dificultades en el proceso de los diálogos nucleares, no los abandonará hasta que no logre un acuerdo que respete la dignidad de la nación iraní.
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