• El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, durante una entrevista con el canal televisivo Al Arabiya.
Publicada: viernes, 31 de octubre de 2025 22:17
Actualizada: viernes, 31 de octubre de 2025 23:21

El director de la AIEA vuelve a pedir un acuerdo con Irán para acceder a los sitios nucleares afectados y asegurar “transparencia” del país persa en este ámbito.

En una entrevista con el medio Al Arabiya, el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, vuelve exigir el acceso de la entidad a los sitios nucleares atacados de Irán, calificando de “importante” el acuerdo alcanzado con Irán, y subrayando que este último debe expedir las autorizaciones necesarias.  

Grossi recuerda que, tras los ataques de junio que dañaron gran parte de las instalaciones nucleares iraníes, la actividad de enriquecimiento quedó prácticamente detenida, dada la magnitud de los daños, afirmando que “en este momento, no se lleva a cabo ningún enriquecimiento en Irán”.

Asimismo, el funcionario alude al memorando técnico firmado en El Cairo, Egipto, con Irán, enfatizando que dicho instrumento “solo contempla medidas técnicas para facilitar la labor de los inspectores” y no representa un nuevo acuerdo o tratado y aclara que ese tipo de entendimientos no sustituyen las obligaciones jurídicas de Irán, en virtud del acuerdo de salvaguardias y que no detallan cuestiones como el volumen o tipo de materiales nucleares.

Cuestionado acerca de la activación del mecanismo ‘snapback’ (reimposición automática de sanciones) por parte de algunos países europeos, Grossi dice que la decisión corresponde a los Estados, y que como director general de la AIEA su papel consiste en llevar a cabo las funciones de supervisión de manera independiente de condicionamientos políticos.

 

Sobre sus referencias anteriores con respecto a “movimientos en los alrededores de algunas instalaciones nucleares iraníes”, Grossi responde que “no se observa ninguna actividad relevante allí” y precisa que “lo que se aprecia en esos emplazamientos industriales son tareas técnicas o de estabilización de estructuras existentes, sin relación con un enriquecimiento o desplazamiento de materiales nucleares”.

En cuanto al reciente marco legal aprobado por el Parlamento iraní que autoriza al Gobierno a limitar su cooperación con la AIEA hasta que se levanten las sanciones internacionales, Grossi manifiesta que “Creo en el diálogo y en el respeto recíproco. Escuchamos con atención las posturas de nuestros homólogos iraníes, quienes nos han dicho que su cooperación depende de ciertas condiciones”.

Grossi califica de “sabia y lógica” la decisión iraní sobre el pacto de El Cairo

Asimismo, Grossi califica de “sabia y lógica” la decisión de Irán de aceptar el memorando técnico de El Cairo. “Comprendemos las circunstancias. Sucedieron hechos notables y la República Islámica fue objeto de ataques que generaron inquietudes. Mi deber es escuchar esas inquietudes. La misión de la AIEA es técnica y confidencial, y la supervisión será efectiva en tanto nuestros inspectores puedan acceder in situ, y no debe permitirse que este proceso sea interrumpido”, señala.

Según reportes, la cooperación entre Irán y la AIEA ha enfrentado restricciones como consecuencia de los ataques no autorizados de Estados Unidos e Israel a instalaciones nucleares pacíficas iraníes, así como por la ley aprobada por el Parlamento de la República Islámica que exige condiciones para esa cooperación. Aun así, desde la parte iraní se reafirma su integración al Tratado de No Proliferación y su compromiso con el Acuerdo de Salvaguardias, aclarando que la colaboración con la AIEA continuará en función de las decisiones del Consejo de Seguridad Nacional del país.

 

En este contexto, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baqai, dejó claro que “la República Islámica sigue siendo parte del tratado, está comprometida con el régimen de salvaguardias y su integración al mismo continúa, aunque la cooperación se llevará a cabo conforme al mandato del Consejo Superior de Seguridad Nacional”. Además, señaló que ciertas facetas de colaboraciones, como el suministro de combustible de la central de Bushehr o el reactor de investigación de Teherán, se consideran de interés nacional y deben continuar; las solicitudes de la AIEA serán revisadas caso por caso y resueltas según lo disponga el citado consejo.

La guerra de 12 días estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una agresión flagrante y no provocada contra Irán, atacando infraestructuras civiles, militares y nucleares del país, lo que dejó cientos de mártires, incluyendo altos mandos militares, científicos nucleares y civiles. Más de una semana después, Estados Unidos se sumó a la ofensiva, bombardeando tres sitios nucleares clave del país.

En represalia a las agresiones, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron sitios estratégicos en los territorios ocupados palestinos, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor instalación militar estadounidense en Asia Occidental, en el marco de la operación “Verdadera Promesa III”, lo que obligó a los agresores a aceptar un alto el fuego el 24 de junio.

El 20 de septiembre, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán anunció en un comunicado que Teherán suspendía su cooperación con la AIEA tras la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) de no levantar de forma permanente las sanciones contra Irán.

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