A cambio de las medidas adoptadas por Irán para fortalecer los lazos de confianza, la otra parte va a aceptar el derecho de Irán a seguir con sus actividades nucleares relacionadas con el enriquecimiento y el agua pesada, entre otros, además de cooperar con el país persa y levantar las sanciones impuestas en su contra.
Asimismo, el también viceministro de Asuntos Exteriores de Irán para Asuntos Jurídicos e Internacionales agregó que Irán no asimilará ninguna “concesión especial” en las conversaciones nucleares con el Grupo 5+1 aparte de las estrictamente mencionadas en el Tratado de No Proliferación (TNP).
“Los países que se unen al TNP disfrutan de energía nuclear pacífica y siguen sus actividades nucleares, y a cambio, aceptan inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) para construir una relación basada en la confianza con la AIEA”, añadió Araqchi.

El vicecanciller persa realizó estas declaraciones en respuesta a las recientes afirmaciones del secretario estadounidense de Estado, John Kerry, quien había descrito la inspección permanente de las instalaciones nucleares de Irán como una parte especial y adicional del posible acuerdo entre la Teherán y el G5+1.
Kerry formuló estas afirmaciones el pasado jueves en una entrevista con la televisión israelí Canal 10. “Vamos a tener inspectores allí (en Irán) todos los días. Esto no es un acuerdo para 10 años, sino para siempre. Tiene que haber inspecciones”, había especificado.
Al respecto, Araqchi dijo que las inspecciones en el marco de un posible acuerdo garantizan el carácter pacífico de las actividades nucleares y son parte de los principios fundamentales del TNP, para luego recordar que la República Islámica de Irán se unió al mencionado tratado hace muchos años y firmó un acuerdo bilateral permanente con la AIEA, de modo que no tiene problema alguno con la inspección de sus centros nucleares.
En este contexto, destacó que a cambio de las medidas adoptadas por Irán para fortalecer los lazos de confianza, la otra parte va a aceptar el derecho de Irán a seguir con sus actividades nucleares relacionadas con el enriquecimiento y el agua pesada, entre otras, además de cooperar con el país persa y levantar las sanciones impuestas en su contra.

Expertos de Irán y el G5+1 (EE.UU., Rusia, Francia, el Reino Unido y China, más Alemania) se encuentran en la ciudad estadounidense de Nueva York para elaborar el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán. Según los informes, la siguiente ronda de los diálogos al respecto comenzará el 12 de mayo en la capital austriaca, Viena.
Araqchi describió el proceso de la elaboración del acuerdo nuclear final como “lento pero progresivo”, añadiendo que todavía quedan algunos puntos en los que las dos partes aún no han llegado a un acuerdo, entre ellos, la adaptación del protocolo adicional de la AEIA por parte de Irán.

El protocolo adicional exige a los Estados miembros de la AIEA que proporcionen un informe detallado sobre sus actividades nucleares y otorguen a la Agencia un mayor acceso a sus instalaciones nucleares.
“Si la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles) está de acuerdo, también se pondrá en práctica el protocolo adicional”, dijo Araqchi, quien luego especificó que "la adaptación de este protocolo no sería nada excepcional teniendo en cuenta que más de 100 países en el mundo están cumpliendo con sus apartados".
Sin embargo, el alto negociador nuclear persa expresó su esperanza de que la redacción del acuerdo final se concluya para la fecha límite del 30 de junio, establecida por las propias partes negociadoras para llegar a un acuerdo definitivo.
Finalmente, Araqchi dejó en claro que “una de nuestras principales demandas es la eliminación inmediata de todas las sanciones económicas y monetarias cuando se implemente el acuerdo nuclear”.

El pasado 2 de abril, Irán y el Sexteto llegaron a un entendimiento mutuo sobre el programa de energía nuclear de la República Islámica de Irán, tras ocho días de maratonianas conversaciones en la ciudad suiza de Lausana.
Este entendimiento mutuo busca preparar el terreno para el logro de un acuerdo definitivo que según las autoridades iraníes tiene que asegurar el levantamiento de todas las sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), de EE. UU. y de la Unión Europea (UE) contra Irán, a cambio de una serie de restricciones voluntarias aceptadas por el país persa en sus actividades nucleares.
Nada más iniciarse las conversaciones nucleares Irán-G5+1, el régimen israelí y sus aliados las criticaron, pues consideran que un eventual acuerdo nuclear podría reducir las tensiones entre Washington y Teherán; circunstancia que va en contra de sus intereses económicos y políticos en la región .
En los últimos meses, tanto el régimen israelí como algunos congresistas estadounidenses, quienes dan prioridad a los intereses del régimen de Tel Aviv sobre los de EE.UU., han arremetido abiertamente contra las conversaciones nucleares.
ymc/anz/rba
