Negociar, ese es el único camino del Gobierno salvadoreño para encontrar una solución al difícil momento de sus finanzas públicas.
Y los acercamientos no han tardado. El mismo presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, ha reactivado el diálogo con los distintos partidos representados en el Congreso. Sin embargo, la confrontación política sigue obstaculizando la posibilidad de un acuerdo sobre esos temas.
El Gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ha solicitado al Congreso la aprobación para emitir 1,200 millones de dólares en títulos valores para convertir la deuda de corto plazo en deuda de largo plazo.
El partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), por su parte, insiste en que dará sus votos si ve señales claras del Ejecutivo por controlar el déficit fiscal y contener la deuda pública que ronda el 60 % del Producto Interno Bruto (PIB).
El Gobierno es consciente que el tiempo para negociar una salida se le agota y que ésta depende en gran medida de su opositor Arena. Pese a esto es optimista de poder concretar un acuerdo que solucione los problemas financieros que enfrenta actualmente el país antes que finalice el año.
Vladimir Chamorro, San Salvador.
xsh/nii/