•  Premier británico, Boris Johnson, habla en la Cámara de los Comunes en Londres, capital británica, 6 de julio de 2022. (Foto: Reuters)
Publicada: miércoles, 6 de julio de 2022 17:52
Actualizada: sábado, 9 de julio de 2022 23:11

Pese al escándalo de oleada de renuncias del Gabinete británico, el premier Boris Johnson alude a la crisis existente en el país para defender su negativa a dimitir.

El primer ministro británico ha comparecido este miércoles ante los diputados británicos para defender su continuidad en un cargo que cada vez más pende de un hilo, tras una ola de dimisiones en protesta contra la legitimidad del controvertido primer ministro.

Johnson ha aludido a la guerra de Ucrania como un problema global y la presión económica como una crisis interna para justificar su negativa a abandonar su cargo. “Los tiempos son duros” y “este es exactamente el momento en el que se espera que un Gobierno siga con su trabajo y no se vaya”, ha afirmado al respecto.

Preguntado por el conservador Tim Loughton sobre si existe alguna circunstancia que lo obligue a dimitir, Johnson ha asegurado que renunciaría si “sintiera que era imposible continuar” como gobierno.

Por su parte, el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, ha aseverado que el Gobierno de Johnson se está derrumbando y solo un cambio real de gobierno puede dar al Reino Unido el nuevo comienzo que necesita.

Tras acusar a los miembros del Gabinete de ser cómplices de la crisis política en el país, el político ha añadido que Johnson solo está en el poder porque ha sido apuntalado durante meses por un partido corrupto que defendió lo indefensible.

 

El martes por la noche, los ministros de Salud, Sajid Javid, y de Finanzas, Rishi Sunak, anunciaron casi al mismo tiempo sus respectivas renuncias, a raíz de los incesantes escándalos que rodean a Johnson y su ejecutivo.

Les siguieron una decena de otros miembros del gobierno, incluidos varios de los principales ministros, en una sangría que continuó el miércoles hasta alcanzar casi 30 miembros del ejecutivo.

Además de estas renuncias, el Partido Conservador de Johnson perdió en mayo feudos tradicionales en las elecciones locales, pagando así el precio del llamado partygate, a saber el escándalo de las fiestas organizadas por el primer ministro en plena pandemia que enfureció a los votantes en Londres (capital).

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