Las elecciones locales en el Reino Unido han castigado al primer ministro, Boris Johnson, por el escándalo de Partygate.
Los primeros resultados muestran que los conservadores han perdido distritos históricos de la capital y, prácticamente, se han quedado fuera de Londres. En cambio, el opositor partido Laborista ha avanzado, aunque menos de lo previsto. El premier británico, Boris Johnson, ha aceptado su derrota.
El líder laborista, Keir Starmer, ha calificado de fantástico el resultado, aunque la victoria de su partido no es tan abrumadora como para que les permita verse como una alternativa en Downing Street. Sin embargo, Sadiq Khan, alcalde laborista de Londres, considera que su partido ha hecho historia, gracias a la actitud de Boris Johnson.
Las elecciones eran el primer gran reto en las urnas que afrontaba Johnson desde que estalló el partygate, el escándalo de las fiestas organizadas por el primer ministro en plena pandemia y que había enfurecido a los votantes en Londres.
Espero que cambien algunas cosas en el consejo, porque necesitamos esto. Todo ha aumentado, facturas, precios en los supermercados, todo. Creo que necesitamos un nuevo partido.
Inglaterra, Gales y Escocia acudieron a las urnas para elegir a centenares de concejales y representantes locales, mientras en Irlanda del Norte, se elige la Asamblea Autonómica. Según las encuestas, podría ganar el partido republicano Sinn Feinn.
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