Según un estudio publicado recientemente por el diario británico The Guardian, el 19 % de las víctimas mortales y el 34 % de los enfermos graves por el nuevo coronavirus, que causa la enfermedad COVID-19, en el Reino Unido son británicos de diversas etnias o razas, que representan apenas el 15% de la población.
La razón de esta desproporción reside en el factor de la pobreza que hay entre estos grupos multiculturales, que en su mayoría trabajan en los oficios peor remunerados, sostuvo la doctora Zubaida Haque, subdirectora de Runnymede Trust, una organización dedicada a promover la igualdad racial, citada por The Guardian.
“La pobreza es el principal factor, y también el hecho de compartir casa con grandes núcleos familiares. Estamos hablando también de gente con trabajos mal remunerados, que están en la primera línea en la lucha contra el coronavirus (enfermeras, cuidadoras sociales) o que siguen trabajando a pesar de las circunstancias (mensajeros, conductores, empleados de supermercados)”, dijo Haque.
Estas minorías étnicas, conocidas en el Reino Unido con el nombre técnico de ‘BAME’ (black, asian and minority ethnic), advirtió la aludida doctora, por sus circunstanciares sociales y laborales son más propensas a contagiarse al estar más en contacto con el letal coronavirus.
Pese a la cobertura de la sanidad pública, la “desigualdad de salud” es un problema persistente que afecta, sobre todo a los pobladores de los barrios periféricos de las grandes ciudades, y en especial a Londres, la capital británica, donde el 40 % de la población pertenece a comunidades raciales.
De hecho, el informe indicó que dos de los distritos situados al noroeste de Londres: Harrow y Brent, con una población del 56 % y del 64 % de color y asiática, respectivamente, son los de mayor mortalidad por la COVID-19, es decir, entre 37 y 32 muertes por 100 000 habitantes.
El problema es aún más acuciante en Estados Unidos, en gran parte por la caótica gestión del presidente Donald Trump de la pandemia, con estadísticas alarmantes como las de Chicago, localidad situada en el estado de Illinois, que con una población afroamericana del 30 % ha registrado el 70 % de los fallecidos.
La situación es caótica en Milwaukee, área perteneciente al estado de Wisconsin, donde los afroamericanos representan el 26 % de la población de la zona, pero el 73 % de las muertes por coronavirus están relacionadas con esta minoría.
En el estado de Louisiana, situado a las orillas del golfo de México, los afroamericanos representan el 32 % del total de los residentes, empero, la COVID-19 ha matado al 70 % de ellos.
La falta de cobertura sanitaria universal perjudica a las minorías afroamericana e hispana en casi todos los estados de EE.UU., y eso explica en gran parte la desproporción.
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