A través de un comunicado emitido el lunes, 27 de julio, el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) desmintió los anuncios de Israel sobre enfrentamientos fronterizos, enfatizando que tal régimen se decanta por inventarse “victorias espurias y ficticias”.
La nota se difundió una semana después de la muerte de un combatiente de Hezbolá, identificado como Ali Kamel Mohsen, en un ataque aéreo del régimen israelí cerca del aeropuerto Internacional de Damasco, capital de Siria.
“La respuesta al martirio de nuestro hermano Ali Kamel Mohsen (…) aún no se ha dado, los ocupantes sionistas aún deben esperar esta respuesta y su castigo a manos de las fuerzas de la Resistencia”, apostilló en el texto el movimiento libanés.
Hezbolá ha prometido tomar represalias por el asesinato de cualquiera de sus miembros asesinados por las fuerzas israelíes en Siria. En este sentido, ante el temor por el poder de Hezbolá, Israel ha puesto en máxima alerta a sus fuerzas y está aumentando su presencia militar en la zona fronteriza con El Líbano, llevando a cabo entrenamientos con munición real.
Por su parte el régimen israelí, mediante un mensaje enviado al Movimiento de Resistencia confesó que no había tenido la intención de asesinar al militar libanés.
Varios titulares israelíes han pedido al régimen que deje de aumentar las tensiones con el movimiento libanés, reconociendo el poderío militar de Hezbolá, pues avisan que, en caso de guerra, el movimiento libanés tiene la capacidad de lanzar mil misiles al día.
Según informó el martes el diario israelí Yedioth Ahronoth, citando a fuentes conocedoras del asunto, el ejército del régimen israelí dio instrucciones a sus soldados desplegados en el norte de los territorios ocupados palestinos, cerca de las fronteras libanesas, para que evitasen disparos contra los combatientes de Hezbolá, mientras estuvieran en el territorio de El Líbano, con el objetivo de impedir una escalada.
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