Estados Unidos no sancionará, de momento, a los bancos libaneses pero sí exige que Hezbolá no participe en el sistema financiero de El Líbano. Son palabras del subsecretario para el Financiamiento del Terrorismo del Departamento del Tesoro norteamericano, Marshall Billingslea, en su recién visita a Beirut (capital).
En octubre de 2017, la Cámara Baja de EE.UU. aprobó una serie de sanciones contra la Resistencia Islámica a la que considera un grupo terrorista. Realidad es diferente en El Líbano donde la reputación de Hezbolá le llevó a formar parte del Gobierno.
El grupo parlamentario de Hezbolá habla de la continuación de una sinfonía de incitación contra la Resistencia Islámica, de acusaciones sin evidencias y de no dejarse controlar por Estados Unidos, defendiendo la soberanía de El Líbano, sobre todo en vistas de las próximas elecciones parlamentarias libanesas.
El secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasrolá, negó rotundamente las acusaciones estadounidenses e invitó a Washington a investigar y decir la verdad. Por su parte, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, afirmó que su país cumple con los más altos estándares legales internacionales de movimiento financiero.
Isabel Pérez, Beirut.
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