“Fracasamos”, ha reconocido este lunes ante una comisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, organizada por los republicanos, en la que asumió la “responsabilidad completa” por este fallo de seguridad.
“El intento de asesinato del expresidente Donald Trump el 13 de julio es el mayor fallo operativo del servicio secreto en décadas”, ha declarado Cheatle.
No obstante, los republicanos, enfadados por no recibir respuestas a la mayoría de sus preguntas, han pedido la dimisión de Cheatle al frente del servicio secreto, responsable de proteger a las autoridades del país.
🧐🇺🇸 | ¿Estamos ante un verdadero atentado o ante un montaje cuidadosamente orquestado?
— HispanTV (@Nexo_Latino) July 14, 2024
⁉️ Millones de usuarios se cuestionan hoy en redes sociales sobre la naturaleza del presunto atentado a Donald Trump durante un mitin de su campaña efectuado en Pensylvania. pic.twitter.com/JKkNAVEPV3
El 13 de julio, Trump, apenas había empezado su discurso en un mitin en Butler (Pensilvania), cuando fue objeto de unos disparos que le hicieron tumbarse al suelo para protegerse.
Los investigadores federales han determinado que el rifle utilizado en un intento de asesinato contra Trump fue comprado legalmente por el padre del pistolero en 2013.
Según las investigaciones, el pistolero de 20 años, Thomas Matthew Crooks, compró 50 rondas de municiones en una tienda de armas. Este acto de violencia desestabilizó las campañas electorales, aunque los republicanos aprovecharán para mostrar a su candidato como les convenga.
Muchos analistas políticos han hablado fuertemente sobre la falta de control de armas, sobre todo porque los republicanos son los que se oponen a los proyectos de ley donde hay restricciones de compras de armas.
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