La última balacera en Estados Unidos ocurrió en Los Ángeles, en California (oeste), en una secundaria dentro de un salón de clases, la presunta responsable fue una niña de 12 años de edad, quien introdujo un arma semiautomática que según autoridades detonó por accidente y el saldo fueron 5 personas heridas.
Líderes de la comunidad y del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD, por sus siglas en inglés), condenaron el incidente haciendo hincapié en la importancia de la seguridad en las escuelas, el control del uso de armas y el monitoreo más cercano de educadores y profesores hacia sus hijos.
A nivel nacional han pedio que el Gobierno de Trump pare estas leyes que permite a todo aquel que desee comprar sin restricciones un arma de fuego.
Noemí Ramírez, la experta en leyes estadounidenses, asegura que cambiar una ley no es tan fácil. Y aún más cuando la Administración Trump le toma poca importancia.
El Gobierno de Trump no tiene ninguna intención de cambiar la ley en torno a la venta de armas. Según analistas políticos quiénes podrán hacer alguna diferencia son los mismos votantes en próximas elecciones.
Rosie Orbach, Los Ángeles (California).
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