La iniciativa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría quedarse en el tapete, ya que la Cámara de Representantes atraviesa momentos convulsos, sin un líder a la vista.
Según el mandatario, EE.UU. debe seguir siendo “el faro del mundo”, y a la vez debe, a través de este apoyo, proteger los intereses de las futuras generaciones del país, “alejarse de Ucrania y dar la espalda a Israel simplemente no vale la pena”, ha alegado.
Una parte del grueso del paquete, a juicio del presidente, [61 400 millones de dólares en ayuda para Ucrania, de los cuales 30 000 millones en armas, y 14 000 millones de dólares para Israel, de los cuales 10 600 millones en armas] protegerá a Estados Unidos a largo plazo.
Biden intenta congraciarse con los republicanos
Los republicanos no quieren ampliar la ayuda militar a Ucrania, pero apoyan a Israel y exigen más firmeza en materia migratoria y contra China.
Biden se acerca a los republicanos al pedir 13 600 millones de dólares para reforzar la frontera con México, gestionar la migración irregular y luchar contra el tráfico de fentanilo.
El dinero iría destinado a enviar 1300 agentes de la patrulla fronteriza adicionales, tecnología de última generación para detectar fentanilo en los puertos de entrada, 1000 policías más y otros 1600 agentes de asilo. Además, Biden quiere más jueces de inmigración, subvenciones para la provisión de alimentos y refugio para los migrantes y ampliar las vías legales.
Los republicanos afirman que Biden, que se presenta a su reelección en las presidenciales de 2024, no hace lo suficiente para frenar la entrada de migrantes.
El paquete también incluye 7000 millones de dólares para contrarrestar a China y fortalecer a los aliados en la región de Asia y el Pacífico, entre otros rubros.
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