La portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), Sabrina Singh, argumentó el lunes que el despliegue militar busca contrarrestar a Irán, citando una serie de eventos “alarmantes” registrados en el estrecho de Ormuz a principios de este mes.
Fue el 10 de julio, cuando el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán informó de los intentos “poco profesionales y arriesgados” de EE.UU. para impedir que incautase un petrolero extranjero que contrabandeaba combustible iraní en el Golfo Pérsico.
El buque, que cargaba ilegalmente un millón de litros de petróleo y gas iraní, bajo el paraguas de las fuerzas militares estadounidenses desplegadas en la zona, fue capturado por las fuerzas navales de Irán.
Ignorando el aventurismo de EE.UU., la vocera del Pentágono alegó que Irán realiza actividades desestabilizadoras que “amenazan el libre flujo de comercio” a través del estratégico estrecho de Ormuz, “del cual depende el mundo para obtener más de una quinta parte del suministro mundial de petróleo”.
“El secretario de Defensa [Lloyd Austin] ha ordenado el despliegue del destructor USS Thomas Hudner, cazas F-35 y cazas F-16 para (...) defender los intereses estadounidenses y salvaguardar la libertad de navegación en la región”, dijo a los periodistas.
Singh no ofreció detalles sobre la fecha de este despliegue y su duración, pero enfatizó que la medida ayudaría a monitorear “vías fluviales vitales”.
Irán considera la presencia de los buques militares estadounidenses en las aguas del Golfo Pérsico como una amenaza para su seguridad y una fuente de tensiones e inestabilidad en la región.
El lunes, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kanani, advirtió a Estados Unidos que se abstuviera de cualquier movimiento “provocativo” en la región, especialmente cerca de las fronteras del país persa.
Aseveró que Teherán se reserva el derecho de tomar “medidas disuasorias” en virtud de la ley internacional, denunciando que EE.UU. nunca ha desempeñado un papel pacífico y constructivo en preservar la seguridad de la zona.
En los últimos años, la Marina de EE.UU. se ha apoderado varias veces de petroleros controlados por Irán y envíos de su crudo en otros países, debido a las sanciones ilegales que ha impuesto a las exportaciones de petróleo de Irán.
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