Con 50 votos a favor y 49 en contra, el Senado estadounidense acordó este martes aumentar el límite de la deuda del Gobierno federal en 2,5 billones de dólares hasta aproximadamente los 31,4 billones de dólares.
La medida ha sido remitida a la Cámara de Representantes para ser sometida a aprobación esta misma jornada. Se espera que la Cámara Baja, liderada por los demócratas, apruebe el proyecto de ley esta misma jornada antes de enviarlo al presidente del país, Joe Biden, para su firma.
La secretaria del Departamento del Tesoro, Janet Yellen, ha avisado que el impago de la deuda podría tener consecuencias muy negativas no solo para la economía de EE.UU., sino para la del resto del mundo.
Estados Unidos nunca ha tenido que declarar la suspensión de pagos de su deuda nacional, pero estuvo muy cerca en 2011, cuando la mera posibilidad de que eso ocurriera desató el caos en los mercados financieros e hizo que Standard&Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.
Cada cierto tiempo, Estados Unidos se asoma al impago de la deuda nacional, porque a diferencia de otros países el Gobierno estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente. Actualmente la deuda federal de EE.UU. supera los 28 billones de dólares.
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