“Además del juicio político a Donald Trump, el Gobierno debe llevar a cabo enérgicamente investigaciones penales sobre los eventos relacionados —con el ataque del 6 de enero al edificio del Capitolio en Washington— encontrar a los responsables y garantizar que los abusos no se repitan”, afirmó la organización pro derechos humanos mediante un comunicado emitido el lunes.
Nicole Austin-Hillery, directora ejecutiva del programa de EE.UU. de HRW, a su vez, aseveró que el juicio político (impeachment) “no cubre a todas las personas involucradas ni todos crímenes” cometidos entre los comicios presidenciales del pasado noviembre y el asalto al Capitolio, sede del Congreso estadounidense.
De hecho, según la oenegé, además del exmandatario norteamericano, muchos otros, en particular los “miembros de su Administración, el Congreso y las fuerzas del orden público” colaboraron para que revoquen “la voluntad del pueblo”.
Debido a eso, HRW, señalando a violaciones del “derecho a voto, a la vida y a la seguridad” de humanos, así como el derecho “a no ser objeto de discriminación”, consideró perentorio que las autoridades federales y estatales realicen investigaciones penales exhaustivas y efectivas de dichos crímenes y que garanticen que los criminales rindan las cuentas.
En otra parte del comunicado, el organismo exigió que otras investigaciones acerca del violento ataque al Capitolio, como las del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de EE.UU., el Departamento de Defensa o la Cámara de Representantes, sean “de amplio alcance”, y, además de centrarse en las personas que irrumpieron en el lugar, también tenga un enfoque en los que “pueden haber coludido con ellos o haberlos ayudado”.
Los incidentes registrados en el Capitolio comenzaron con una convocatoria de Trump que, al reiterar su teoría de fraude electoral en un discurso pronunciado el mismo día del asalto, es decir, el 6 de enero, instó a sus simpatizantes a atacar la sede del Congreso.
Este episodio, que se saldó con cinco muertos, ha sido considerado por muchos críticos de Trump un “intento de golpe de Estado”. Es más, a raíz de lo sucedido, la Cámara Baja del Congreso de EE.UU. aprobó, el pasado 13 de enero, un nuevo impeachment en su contra, convirtiéndose así en el primer presidente del país en enfrentar, en dos ocasiones, un proceso de destitución.
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