El domingo, cientos de estadounidenses se reunieron en Times Square, en Nueva York, pidiendo el juicio político (impeachment) contra Trump y su destitución como presidente del país.
La manifestación tuvo lugar después de que se difundieran rumores acerca de que el grupo de extrema derecha ‘Proud Boys’ (chicos orgullosos) planeaba marchar en la ciudad de Nueva York la misma jornada del domingo.
Los manifestantes corearon consignas contra el saliente mandatario estadounidense y también contra el grupo Proud Boys, subrayando: “Ni Trump, ni el fascismo”.
Ante tal situación, los agentes de la Policía se desplegaron en las calles de la ciudad para reprimir cualquier acto violento en caso necesario.
Todo esto ocurre después de que el pasado 6 de enero Trump exigiera a sus simpatizantes que se dirigieran al Capitolio del país, situado en Washington D.C. (la capital), para detener una sesión conjunta en la que los legisladores querían certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las pasadas elecciones del 3 de noviembre.
Como consecuencia, un gran número de partidarios del presidente republicano interrumpió en el Capitolio para evitar la certificación de la victoria electoral de Biden por el Congreso; una situación considerada por muchos críticos del magnate republicano como un “intento de golpe de Estado”.
Numerosos senadores y congresistas, tanto demócratas como republicanos, culparon a Trump del caos, e incluso los miembros del Gabinete debatieron la posibilidad de destituir al mandatario según la 25.ª enmienda de la Constitución.
Además, los líderes demócratas en el Congreso, que ya sometieron en 2019 a Trump a un proceso de destitución del que fue absuelto en el Senado, de mayoría republicana, han advertido que quieren la renuncia del mandatario, o de lo contrario, una segunda acusación del presidente podría estar lista para votación la próxima semana.
nkh/fmk/mkh