“Nuestra democracia está bajo un ataque sin precedentes” que “roza la sedición, y debe acabar ahora”, ha dicho este miércoles Biden mediante un mensaje emitido desde Wilmington, estado de Delaware, después de la violencia registrada la misma jornada en las inmediaciones del Capitolio, según recogen medios locales.
De hecho, miles de simpatizantes del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, irrumpieron en el Capitolio y provocaron caóticas escenas, por lo que el Congreso estadounidense se vio obligado a suspender un debate respecto a una objeción de los resultados de las presidenciales —que ganó el demócrata Joe Biden—.
El mandatario electo ha pedido a los manifestantes que “den un paso atrás y que permitan a la democracia avanzar”; es más, ha comparado la situación con una “insurrección” y ha alertado que “nos está viendo todo el mundo. Nos está viendo el resto del país”, además de señalar estar “en shock”.
Asimismo, Biden ha exigido al republicano Trump que reconozca su derrota, respete la Constitución y “demande el fin de este asedio” para evitar que se agrave la crisis.
Sin embargo, tras el estallido de los choques, el magnate inmobiliario se limitó a pedir a los manifestantes que se fueran a casa en “paz”, al mismo tiempo que reiteró las denuncias de fraude electoral.
Ya antes de los enfrentamientos, Trump subrayó, en un mitin con sus partidarios a las afueras de la Casa Blanca, que “nunca” va a conceder la victoria a Biden.
Posteriormente, culpó a su vicepresidente, Mike Pence, que también funge como presidente del Senado, de los disturbios en la sede del Congreso por negarse a oponerse a los resultados de las elecciones.
De hecho, minutos antes de la apertura de la reunión del Congreso para contar los votos electorales, Pence había anunciado que no creía tener la autoridad para rechazar unilateralmente los votos electorales, como algunos esperaban que hiciera.
Trump no deja de denunciar un fraude generalizado en las elecciones del pasado 3 de noviembre. En su intento por revertir los comicios que perdió avala la violencia y ha empujado al país norteamericano a experimentar una crisis social y política.
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