“Taiwán debe empezar a pensar en estrategias asimétricas de denegación de acceso […] y fortalecerse de tal manera que disuada a China de lanzar cualquier tipo de invasión”, señaló Robert O'Brien, asesor de Seguridad Nacional del presidente de EE.UU., Donald Trump.
En declaraciones ofrecidas el viernes durante una conferencia virtual, O'Brien subrayó que el Gobierno chino, presidido por Xi Jinping, está desarrollando su armada a gran velocidad, y reconoció que Pekín podría “aniquilar” a Taiwán con un ataque.
Entretanto, el funcionario estadounidense consideró “improbable” que tal conflicto militar ocurra antes de “10 o 15 años”. “No creo que los chinos quieran o estén preparados en este momento para un desembarque anfibio en Taiwán”, estimó.
Por otro lado, el asesor de la Casa Blanca reafirmó el apoyo militar de Washington a Taipéi, advirtiendo que EE.UU. tiene “muchas herramientas a su disposición” en caso de una guerra entre China y Taiwán.
Aunque EE.UU. reconoció en 1971 a Taiwán como parte inalienable de China, ha optado en los últimos años por dar apoyo militar y político a la isla e incluso ha aumentado los contactos diplomáticos con Taipéi.
El apoyo de Washington a Taiwán —isla considerada por China parte indivisible de su territorio— ha tensado aún más la vieja confrontación entre ambas partes. Desoyendo las advertencias y rechazos del Gobierno chino, la Casa Blanca ha pedido recientemente al Congreso de EE.UU. que apruebe nuevas ventas de armas avanzadas a Taipéi.
China ha criticado repetidamente el acercamiento entre EE.UU. y Taiwán, en especial, acrecentado desde la llegada de Trump a la Casa Blanca. Por ello, advierte que está listo para la guerra si tratan de independizar a la isla.
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