• Las tropas de asalto anfibias de las Fuerzas Armadas de China durante unas maniobras militares.
Publicada: martes, 25 de agosto de 2020 8:28

En solo tres días, China puede tomar Taiwán, y EE.UU. estará demasiado paralizado por la agitación política interna como para detenerlo.

Esa idea parte de la suposición de dos ex altos funcionarios estadounidenses, quienes elaboraron un hipotético escenario para ilustrar lo que podría suceder a menos que EE.UU. se prepare para un conflicto a toda regla con China, según informó el lunes la revista Forbes.

El medio señala que el almirante retirado James Winnefeld Jr., quien fuera vicepresidente del Estado Mayor Conjunto entre los años 2011 y 2015, y Michael Morell, quien desempeño hasta en dos ocasiones el cargo del director adjunto de la Agencia Central de Inteligencia, (CIA, por sus siglas en inglés) en la Administración de Barack Obama, trazaron este escenario en un artículo para el Instituto Naval de Estados Unidos.

Conforme lo previsto por Winnefeld y Morell:

Es enero de 2021 y el Partido Comunista Chino (PCC) está desesperado. La pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19 ha sacudido la economía china, las sanciones económicas de EE.UU. por el asunto de Hong Kong han dañado el comercio del gigante asiático, y los líderes de Taiwán están sopesando declarar la independencia definitiva de la isla respecto a la China continental.

La “Operación Provincia Roja” comienza con importantes ejercicios militares chinos en diciembre de 2020. Occidente, distraído por la crisis sanitaria a causa de la letal COVID-19 y la política estadounidense, descarta estas maniobras como un simple ruido de sables.

La operación se desarrolla rápidamente, comienza la noche del 18 de enero, dos días antes de la ceremonia de juramentación presidencial de Estados Unidos programada y aún en duda”, escriben Winnefeld y Morell.

Las autoridades de Pekín, mientras tanto, transmiten “un mensaje a los líderes de Taiwán de que tienen la opción de la capitulación pacífica inmediata o, en caso contrario, deben enfrentarse a una coerción armada”, anotan los autores del artículo.

El supuesto escenario recoge que los agentes de inteligencia y las fuerzas especiales de China se apoderan de instalaciones clave de Taiwán, mientras que los ataques cibernéticos sabotean la red del suministro eléctrico y los medios públicos de la isla.

Un vehículo de asalto anfibio de las Fuerzas Armadas de China en plena maniobras militares.

 

Además, agrega, las tropas de asalto anfibias chinas embarcan en las islas costeras de Taiwán, incluidas Quemoy y Matsu, mientras que los submarinos del gigante asiático bloquean cualquier acceso marítimo a la isla.

“Los medios chinos destacan la presencia de miles de misiles balísticos y de crucero en posiciones de lanzamiento capaces de apuntar a instalaciones clave en Taiwán”, postula el escenario. 

“Se anuncia un bloqueo aéreo y marítimo inmediato de la isla, a la espera de la decisión de Taipéi sobre el ultimátum de Pekín”, sostiene el texto.

 

Al mismo tiempo, añade, “las fuerzas anfibias de las Fuerzas Armadas de China, incluida una enorme cantidad de buques pesqueros que entraron rápidamente en servicio, se han puesto en marcha para el desembarco de las fuerzas terrestres chinas en la costa oeste de la isla, y los buques equipados con sistema de defensa aérea extendieron sus paraguas sobre el espacio aéreo de Taiwán”.

Las medidas militares de China van acompañadas de una ofensiva diplomática y propaganda en las redes sociales globales para neutralizar la posibilidad de una intervención extranjera, subrayan los exfuncionarios estadounidenses.

En este contexto, a los occidentales se les pregunta por qué deberían arriesgar su bienestar por Taiwán, a los asiáticos orientales se les dice que su futuro depende del “liderazgo benevolente” de China y el resto del mundo está amenazado con la pérdida del comercio y la inversión china. Para endurecer el mensaje, un ciberataque chino provoca cortes de energía en la ciudad estadounidense de Indianápolis.

Entre tanto, prosigue la columna, el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) se prepara para enviar fuerzas a la región del mar de la China Meridional, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos está totalmente desgarrado por la indecisión, ya que no responder militarmente dañaría el prestigio estadounidense, pero algunos funcionarios temen que, en lugar de defender a Taiwán, Washington termine haciendo un esfuerzo costoso para liberarlo de la ocupación china.

“En la mañana del 20 de enero en Taiwán, aún a última hora de la noche del 19 en Estados Unidos, el gobierno de la isla se dio cuenta de que, si bien las Fuerzas Armadas de Taiwán seguían siendo capaces de oponer una fuerte resistencia durante un tiempo limitado, era urgente de que las fuerzas de EE.UU. entraran en acción de inmediato”, subraya el escenario para luego resaltar que Taipéi se ve obligada a capitular y un nuevo gobierno pro chino toma el poder en la isla.

Finalmente vienen las inevitables recriminaciones, los agentes de inteligencia estadounidenses se quejan de que EE.UU. pasó décadas enfocándose en la contrainsurgencia en lugar de prepararse para un conflicto con una potencia importante como China.

Al final, el conflicto para el que Estados Unidos, y en particular el Ejército estadounidense, se preparó durante tanto tiempo y para el que proporcionó miles de millones de dólares en material militar a Taiwán, se había perdido antes de que comenzara”, concluye el escenario.

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